Se viven momentos agitados en el mercado sojero. Al profundo impacto que significó la sequía en Argentina, se le sumó una escalada de la batalla comercial entre China y Estados Unidos que golpeó fuertemente al precio de la oleaginosa, y llevó su precio a sus mínimos en casi una década.
El panorama invita a muchos actores a recalcular sus planes de negocios. “Todos se defienden como pueden”, apuntó a ON24, el director logístico de Vicentín, Gustavo Nardelli. Quien aseguró que desde la empresa hacen lo suyo aprovechando sus ventajas comparativas: “Desde nuestra posición tenemos buenas herramientas porque somos agresivos logísticamente, pero entendemos que no todos nuestros competidores pueden serlo”.
Asimismo, en la jornada de ayer, arribó a la terminal portuaria que la empresa tiene en San Lorenzo, un embarque cargado de 29 mil toneladas de soja provenientes de Estados Unidos, con el objetivo de destinarlo al procesamiento.
Según explicó Nardelli, “el mercado son vasos comunicantes, compramos soja en la hidrovía y buscamos siempre la más conveniente, que normalmente es la que está más cercana a nuestras plantas de producción. Ahora bien, cuando se producen anomalías como ésta, con una sequía impresionante, todos especulan, los mercados corrigen, y nosotros tenemos que seguir procurando lo más eficiente”, en este caso, compras a Estados Unidos.
Al tratarse de una operación comprendida en el régimen de admisión temporaria, la normativa le permite a la compañía deducir el costo total de importación del poroto de soja de la base imponible resultante de la venta externa de aceite, biodiesel y harina de soja; de manera tal que la retención sólo se aplica sobre el agregado de valor local y no sobre el insumo importado. “Es una importación temporal. Se importa, se procesa y se exporta”, subrayó el director Logístico de Vicentín.
REDACCIÓN ON24