Con su estilo confrotativo, el Gobierno Nacional, hace tiempo que no se está obteniendo buenos resultados. Griesa no es Oyarbide, deben darse cuenta de eso. Con discursos agresivos para “la tribuna”, con solicitadas en los diarios, respuestas de contragolpe, redoblando la apuesta; no se solucionan los errores. Se requiere de una medida más concreta, pero no menos difícil para este Gobierno. Cambiar su actitud, su modo, su forma, para, a partir de allí, pensar la mejor estrategia. Complejo por cierto cuando se ha actuado tantos años de la misma manera.
Viene sorprendiendo lo poco serios, profesionales, y preparados que son algunos funcionarios; especialmente los que han estado pasando por el Ministerio de Economía. Solo pensar que Guillermo Moreno fue la estrella de la economía argentina es darse cuenta de la baja calidad técnica y profesional de los funcionarios. Ahora lo estamos viendo con Axel Kicillof, que demuestra no tener experiencia, no tener calle, no tener mundo.
Y también de alguna manera que ha confundido los escenarios y ha creído que el estilo agresivo y confrontativo funciona también para este caso, como funciona puertas adentro de nuestro país.
El Gobierno insiste con este método y ahora acusa al Juez de Estados Unidos, Thomas Griesa de ser parcial y de promover el desequilibrio en favor de los holdouts. Aunque fuese así, no sabemos si es lo más conveniente para la Argentina, y conociendo que es finalmente con quien hay que ir a sentarse a dialogar; seguir gritando como un chico caprichoso que se enoja y va gritando por toda la casa que no lo dejan hacer tal o cual cosa. Creeríamos que esto no sirve para mucho, o para algo. Porque si sirve para algo, es seguramente para estar peor.
El Jefe de Gabinete Jorge Capitanich cuestionó con dureza al Juez de de Nueva York, quien condenó a la Argentina a pagarle a los bonistas que no aceptaron el canje la totalidad de la deuda, al que acusó de ser parcial y de promover el desequilibrio a favor de los holdouts.
No hay comisión, ni comitiva preparada para viajar a Estados Unidos a fin de negociar con los acreedores.
La estrategia del gobierno sigue siendo borrosa, en dudas. Gritar desde un atril o desde un palco contra estos fondos y del Juez.
Hacia donde estamos yendo entonces. Seguir despotricando contra los fondos llamados buitres.
Si además es cierto que los compraron como debe serlo, comprándolos a 48 millones y ahora piden 1300, esto de alguna manera indica que existe margen para negociar. Pero antes, no ahora que tenemos un fallo en contra, que avala la posición de los 1300 millones.
Los mercados mantienen mucha incertidumbre, un día se desploman, al otro suben un poquito. No hay que descartar nuevas bajas. Y mientras tanto las reservas del Banco Central de la República Argentina, siguen en caída libre.
Desde el punto de vista de la solución del problema, parecería en principio un poco torpe
