¿Un impuesto que está verde para salir?

La provincia de Santa Fe sentó un precedente al incluir en el proyecto de Presupuesto 2014 la creación de un nuevo impuesto ambiental que grava especialmente a las cerealeras.

Suma 84 la lista de empresas que quedarían comprendidas por el gravamen.

El nuevo tributo financiaría las investigaciones en ciencia y tecnología.

Desde Nueva Zelanda, el Gobernador Antonio Bonfatti  pidió a los legisladores de la provincia que le aprueben el proyecto de ley que está parado desde hace un año.

 “A nadie le gusta recibir más presión tributaria, pero si este nuevo gravamen no ocasiona un alto impacto, muchos prefieren pagarlo y quedar en cordiales relaciones con la provincia” asegura un ex funcionario de la Secretaría de Medio Ambiente.

Esta es la razón por qué nadie se siente cómodo hablando del tema y se espera la reacción de los legisladores de la oposición.

“No se hagan ilusiones, hasta los kirchneristas le votaron todo al socialismo” comentó un ex funcionario reutemista hoy en las filas de Masa.

Los empresarios reconocen en voz baja que el gravamen termina siendo pagado por el productor.  

Bonfatti se viene con todo el brío maorí. Peter Gluckman, mano derecha del primer ministro de Nueva Zelanda, lo felicitó por el proyecto instándolo a trabajar para imponerlo.

Tal vez el funcionario oceánico no esté al tanto de la carga impositiva que soportan los argentinos y mucho menos de la magra contraprestación que reciben los contribuyentes.

 

Por Fabiana Suárez

f.suarez@on24.com.ar

 

 
 
 
 

 

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