La semana que pasó sin lluvias permitió bajar los excesos de agua y, a la fecha, las reservas hídricas se presentan entre óptimas y adecuadas. Según el último informe del GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario, queda una pequeña porción al este de Córdoba en las que todavía las reservas siguen siendo escasas, aunque esa condición está cada vez más acotada y restringida sólo al extremo oeste de la región.
30% menos de soja
Todo parecía presagiar un nuevo ciclo de éxito. Con los suelos cargados de humedad y los problemas de siembra que se sufrían por los excesos, todas las cuentas se hacían con los rindes de los últimos dos años. Pero cuando la oleaginosa empezaba a demandar más agua, el cielo se negó. Tras cinco meses y medios sin lluvias, los suelos se secaron y el cultivo no paró de deteriorarse día a día. Los primeros lotes se cosechaban y las expectativas que más descendían eran las de los cuadros de soja de segunda. La seca se llevaba en total unas 5,3 Tn de soja. Cuando por fin parecían sostenerse las marcas con los mejores rindes que se obtenían en el norte y el oeste de la región, las lluvias comenzaron. Sin parar durante tres semanas seguidas, y en medio de temperaturas que eran típicas de los cafetales de Colombia, se activó masivamente la germinación de las semillas. Nuevos recortes de rindes y grandes descuentos por calidad se terminaron de materializar sobre las 800 mil has que faltaban recolectar.
El mismo reporte del GEA dice que el resultado ha sido la reducción del peso de los granos y un alto grado de granos brotados, amohosados, podridos y tambien verdes. Los daños estuvieron en el orden del 20 al 80%. Los rindes de la última tanda cosechada bajaron un 35% respecto a lo que se recolectó antes del temporal. Con el peor de los finales para la peor campaña, el ciclo 2017/2018 termina con 14,9 M Tn de soja, 6,1 M Tn menos de los que se calculaba al momento de las siembras.