El ratón es uno de esos periféricos en los que apenas reparamos cuando funcionan correctamente, pero que se convierten en un auténtico fastidio cuando empiezan a fallar. Es entonces cuando te planteas comprar un ratón nuevo y te surge una duda que durante años ha atormentado a millones de usuarios: ¿Es mejor un ratón inalámbrico o un ratón con cable?
Casi sin darnos cuenta el ratón es, junto con el teclado, uno de los componentes que más usamos cuando nos sentamos ante el ordenador. Por ello conviene tomarse unos minutos para analizar qué uso hacemos de él y, en base a esas conclusiones, podrás decidir si es mejor comprar un ratón con cable o un ratón inalámbrico.
Actualmente ambos tipos de ratón se encuentran muy igualados gracias a los increíbles avances en conectividad inalámbrica y no existe tanta diferencia como hace algunos años. No obstante, todavía existen algunos inconvenientes en el uso de un ratón inalámbrico o un ratón con cable.
A continuación, vamos a intentar enumerar los pros y contras de cada tecnología para que, con toda la información a tu alcance, puedas decidir es mejor usar un ratón con cable o un ratón inalámbrico dependiendo del uso que le vayas a dar. En este sentido, tú tienes la última palabra. Ratón inalámbrico o ratón con cable, ¿cuál elegir?
Ventajas y desventajas de los ratones inalámbricos
Hasta hace solo unos años los ratones inalámbricos estaban orientados principalmente a un uso ocasional y siempre en ámbito doméstico ya que eran poco fiables. La cosa ha cambiado mucho desde entonces y las tecnologías de conectividad actual permiten usar los ratones inalámbricos en prácticamente las mismas situaciones que los ratones con cable.
No obstante, existen algunas limitaciones e inconvenientes que la tecnología todavía no ha conseguido solventar.
Libertad de movimientos y portabilidad
Una de las innegables ventajas de los ratones con cable es la libertad de movimientos que proporcionan los ratones inalámbricos. La usencia de un cable que te mantiene “atado” a un dispositivo y que limita su uso a una determinada zona de uso es uno de los principales motivos por los que elegir un ratón Bluetooth o de radiofrecuencia. Esta decisión te ayudará a mantener tu mesa más ordenada y libre de cables.
El hecho de no contar con cables que limiten los movimientos convierte a los ratones inalámbricos en la elección ideal para llevarlos siempre con tu portátil.
En ese caso, incluso la tecnología inalámbrica elegida será importante ya que, si tu portátil o convertible dispone de soporte para Bluetooth, ni siquiera necesitarás conectarle el receptor USB que sí necesitas para conectar un ratón inalámbrico por radiofrecuencia, dejándote libre un puerto USB en tu portátil.
Siempre atentos a la batería
Una de las desventajas de usar un ratón inalámbrico reside precisamente en esta capacidad de movilidad que le aporta el uso con batería. Dependiendo del tipo de ratón y del uso que hagas de él, la duración de la batería de un ratón inalámbrico oscila desde las 20 o 30 horas de uso que ofrece un ratón de altas prestaciones, hasta varios meses de uso sin necesidad de recargarlo o cambiarle las pilas.
Una de las peores situaciones en las que te puedes encontrar al usar un ratón inalámbrico es quedarte sin batería y no tener el cable de carga o unas pilas de recambio, por lo que tendrías que dejar lo que estás haciendo hasta que puedas recargarlo.
Algunos ratones inalámbricos permiten usarse como si fueran un ratón con cable al uso mientras se cargan, aunque esta característica no es común para todos los ratones inalámbricos y suele encontrarse solo en los modelos de gama alta. Sin duda una versatilidad de uso con la que los ratones con cable no pueden ni soñar.
Algunos modelos de gama alta evitan esta necesidad constante de carga incluyendo un sistema de carga inalámbrica por inducción. De ese modo, el ratón deja de incorporar una batería y se alimenta de la energía que recibe al usarlo sobre una base de carga a modo de alfombrilla. Como puedes imaginar, la libertad de movimientos está limitada al perímetro de la base de carga ya que fuera de ella no funciona.
¿Ratón inalámbrico para gaming?
Los fabricantes de accesorios han invertido muchos recursos en mejorar la precisión y la calidad de las conexiones de los ratones inalámbricos. Probablemente una de las grandes debilidades de este formato de ratones.
Por suerte para los usuarios, en la mayoría de los casos los consiguen y ya es posible jugar con un ratón inalámbrico, incluso a nivel competitivo en esports. Uno de los mayores problemas a los que se enfrentaban este tipo de accesorios para gaming era la latencia que se creaba por la conexión inalámbrica. En gaming cada milisegundo cuenta y la mínima latencia penaliza a los jugadores.
En situaciones normales, los nuevos ratones gaming inalámbricos de gama alta permiten establecer conexiones más rápidas y estables igualando en rendimiento a sus homólogos cableados. Sin embargo, no estamos en un mundo perfecto, y fuera de los laboratorios la realidad se empeña demostrárnoslo constantemente.
Si te encuentras en un entorno en el que convergen señales de radiofrecuencia de otros dispositivos (como un teclado inalámbrico, por ejemplo), conexiones Bluetooth y conexiones Wi-Fi, se pueden crear interferencias en la conexión del ratón que afectarán seriamente al rendimiento de estos dispositivos hasta el punto de sufrir constantes desconexiones aleatorias.
La comodidad nunca es barata
El precio es uno de los factores más decisivos a la hora de decidirte entre comprar un ratón inalámbrico o un ratón con cable. En este punto cabe señalar que, como norma general, los ratones inalámbricos acostumbran a ser entre un 10% y un 30% más caros que su equivalente con cable.
Este sobreprecio puede ser asumible si vas a usar el ratón inalámbrico con un portátil o en un equipo de ofimática ya que la comodidad de uso y la ausencia de cables hacen que merezca la pena apostar por esta tecnología.
Dicho esto, entramos en el polémico mundo de los ratones gaming, donde al ya de por sí elevado precio, se une el extra de quitarle el cable y añadirle los accesorios y transmisores necesarios. En este caso, la diferencia de precio entre ratones con cable e inalámbricos puede ser desproporcionada y, en determinadas circunstancias, incluso suponer una pérdida de rendimiento.
Ventajas y desventajas de los ratones con cable
Los más puristas de la informática te dirán que nada puede igualar en fiabilidad y rendimiento a un cable. En lo referente a ratones y teclados, parte de razón no les falta.
Resulta llamativo que, en plena era de la conectividad inalámbrica, el ratón con cable siga siendo uno de los pocos periféricos para ordenadores que se resiste al uso inalámbrico si lo que realmente se busca es fiabilidad y buenas prestaciones.
El cable marca los límites
Como ya hemos dicho en el apartado de los ratones inalámbricos, la presencia del cable es un factor determinante para optar por uno y otro tipo de ratón.
Tener el ordenador en una posición inaccesible o relativamente alejada de ti puede ser uno de los motivos de más peso para elegir un ratón inalámbrico. En este punto, los ratones con cable están limitados por un cable que oscila entre los 80 y los 120 cm. Esta distancia que puede ser insuficiente para trabajar con comodidad si, por ejemplo, tienes una mesa de trabajo grande y el ordenador en el suelo bajo la mesa o en uno de los laterales, provocando constantes tirones y enredos en el cable que no harían más que dificultar su uso y, a medio y largo plazo, terminar por estropear la conexión o el cable del ratón.
Los ratones con cable tampoco son la mejor opción para la movilidad inherente a los portátiles y convertibles 2 en 1, precisamente por estar obligado a trabajar junto al ordenador.
Esto resta funcionalidad al portátil ya que con un ratón inalámbrico podrás controlar el equipo a una cierta distancia, facilitando así la conexión del portátil a una pantalla externa y permitiendo, por ejemplo, disfrutar de tus series favoritas desde el sofá usando el ratón como mando a distancia desde el que controlar el reproductor.
Podríamos decir que hasta aquí llegan las desventajas de usar un ratón con cable ya que, aparte de esto, todo lo demás son ventajas.
Juega sin preocuparte de la batería
Cuando incluso los profesionales de los esports coinciden en que los ratones con cable son la mejor opción para jugar, por algo será.
El cable es la garantía de precisión y rendimiento que todo gamer espera encontrar en un ratón. Con un ratón con cable se evita el riesgo de quedarse sin batería en medio de una partida o experimentar desconexiones en el peor momento.
Si lo que buscas es un ratón gaming, los modelos con cable acostumbran a ser mucho más asequibles que los equivalentes inalámbricos. Además, existe mucha más variedad de modelos de todas las gamas, mientras que los ratones inalámbricos para jugar solemos encontrarlos en las gamas media y alta.
Conexión directa con tu PC
Un detalle que acostumbra a pasar inadvertido a muchos usuarios es que cuando usas un teclado o ratón inalámbrico, ese periférico realmente no está conectado al ordenador, sino que está conectado a un componente externo como puede ser el módulo Bluetooth o el receptor de radiofrecuencia.
Estos módulos externos del PC se habilitan una vez se ha cargado el sistema operativo. Esto significa que, si en algún momento necesitas acceder o modificar algún parámetro en la BIOS o UEFI de tu ordenador, necesitarás un teclado y un ratón conectado por cable al equipo ya que los inalámbricos no te funcionarán por que el sistema operativo que los gobierna todavía no se ha cargado.
En definitiva, existen diversas razones a favor y en contra para usar un ratón con cable o uno inalámbrico, por lo que no es posible decir a con total certeza si uno es mejor que el otro. Como decíamos en los primeros párrafos, la conveniencia de usar uno u otro tipo de ratón únicamente viene definido por el uso que se le vaya a dar.
Incluso puedes utilizar un ratón inalámbrico para uso cotidiano de navegación, ofimática, etc., y un ratón con cable para jugar o realizar tareas más precisas. Ahora que ya tienes toda la información para decidir: ratón inalámbrico o ratón con cable, ¿tú cuál eliges?