La explosión de los centros cerveceros en el gran Rosario es una tendencia que no para de crecer. En el segmento gastronómico coparon las aperturas de nuevos emprendimientos dejando muy atrás los bares tradicionales.
Según Daniel Henze, uno de los pioneros de la cerveza artesanal en Rosario, el fenómeno tiene mucho resto para su expansión si el negocio está bien manejado. Consultado por la rentabilidad de la cerveza artesanal, el empresario explicó a ON24: “La cerveza en sí misma no tiene un gran margen de rentabilidad, todo lo que viene detrás de ella es lo que genera la ganancia. Un bar que se transforma en un patio cervecero llega a trabajar hasta diez veces más”.
Según Henze las zonas que apostaron más fuertemente al segmento son Pichincha y el corredor de Av Pellegrini, no solo en aperturas sino en reconversión de bares tradicionales, con la incorporación de canillas, en el caso de Henze, su marca se impone en reconocidos pubs y espacios gastronómicos – Kerry Jones, O’ Connells, Beer Factory y Mercado del Patio.
Lejos de lo que se piensa, el mercado de cerveza artesanal tiene un altísimo techo de expansión, según analiza el empresario, considerándolo un fenómeno mundial que llegó tarde a la Argentina, se consolidó en el sur y en los últimos años en Santa Fe.
“Empresas como Cargill han generado una división de maltas especiales para este producto, esto nos da una dimensión de lo que hay detrás de este tipo de cervezas.
Una de las novedades que llegan desde la insipiente industria, es la elaboración de un sello de calidad para cuidar el prestigio del producto. Desde la Cámara de Cerveza Artesanal estudian un sello para proteger el prestigio de quienes trabajan seriamente.