Nuestros Mad Men, de festejo 10 años después

17 de abril de 2018 – Una torta amarreta los reunía en 2008 en un almuerzo que relatara en este medio el inolvidable Mario Borgonovo. Alejandro Gimbatti cumplía 50 años y juntaba a los mayores referentes de la publicidad y de los medios, que eran y siguen siendo grandes amigos, para festejar la ocasión con buena comida, buen vino, pero una torta medio escasa.

 

Este marzo pasado, 10 años después de aquel momento y con el recuerdo siempre presente del gran Mario, Gimbatti repetía la convocatoria con la excusa de cumplir 60 años (y, según promocionaba en la invitación, con la promesa de una torta acorde).
Se juntó, de nuevo, ese grupo de amigos que son importantes referentes de la publicidad y los medios de nuestra ciudad, haciéndose presentes Alberto Banchero, Carlos Bartolomé, Claudio Ipolitti, Juan Carlos Rialp, Luis Nazer, Daniel Serbali, Adrian Gallo y Diego Bortolotto, ausentes con aviso, Horacio y Avelino. Se habló de actualidad, de la vertiginosa velocidad a la que se mueven hoy las comunicaciones y por supuesto del futuro, hubo un momento de recuerdo para Mario a quien se lo extraña como el primer día y se le hicieron a Alejandro todos los chistes correspondientes respecto de la torta que había prometido.

Consultados sobre el tema, y en riguroso off the record, los asistentes relataron lo valioso de mantener estos encuentros de camaradería, cómo mejoran y enriquecen las relaciones personales. Son muchos años de atravesar juntos, a veces en lados opuestos de la trinchera pero siempre sabiendo que son más las cosas que los unen que las que los separan. Celebrar juntos cualquier ocasión, se convierte en una manera de celebrar el camino recorrido y el éxito alcanzado.

Ojalá nos volvamos a encontrar en estas páginas dentro de 10 años cuando la tradición se repita, será una muestra más de que este grupo de amigos y colegas sigue teniendo las prioridades bien puestas y valora la amistad como parte fundamental de la vida. Somos optimistas de que va a ocurrir: esta vez la torta estuvo a la altura, la próxima vez no va a poder ser menos.

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