Invirtiendo U$S 70 por ha tiene rendimientos muy por encima del promedio global

En el marco del congreso de Asagir, Hernán Pettinari, de Syngenta, desarrolló la visión del girasol desde el punto de vista de una empresa vendedora de insumos. “La Argentina es un productor muy eficiente de girasol. Invirtiendo 70 dólares por hectárea tiene rendimientos muy por encima del promedio global”, dijo.

La tasa de mejora de rendimientos del girasol fue cercana al 2% anual en los últimos 25 años, en base a germoplasma, manejo y tecnologías, mientras que en la soja fue del 0,62% y de 1,85% en el maíz. Eso en un contexto en el que el cultivo ha ido desplazándose hacia zonas más marginales.

Pettinari explicó las variables que podrían hacer crecer el negocio de girasol Alto Oleico: “Inminentes cambios en sistemas regulatorios de la industria alimenticia darán más visibilidad al tipo de aceite utilizado y abrirán oportunidades para los aceites saludables. La Unión Europea está poniendo una norma para identificar qué tipo de aceite contienen los alimentos de consumo diario. En Francia y Estados Unidos tienen el 50% de sus áreas de producción de Alto Oleico. Es un desafío para Argentina, porque nosotros tenemos el 20%. Con nuestro costo de producción, podemos diferenciarnos haciendo Alto Oleico”.

Francisco Morelli, de Cargill, mostró cómo la producción de aceite de girasol creció desde 2008 hasta el presente (de 12,1 a 15,5 millones de toneladas), pero a un ritmo mucho menor que el de palma y el de soja (de 35,2 a 46,5 millones de toneladas el primero y de 44,2 a 62,3 millones de toneladas el segundo).

“El girasol, junto a la colza, basa su valor en el contenido de aceite (80%), 14% representa el pellet, y entre un 3 y un 5% la cáscara, que la mayor parte de las industrias utilizan como insumo para generar la energía que el proceso requiere”, describió Morelli.

¿Cuál es la demanda de girasol? Para el especialista de Cargill, para ver esto “hay que colocarse en el contexto de los aceites vegetales (de 162 millones de toneladas). El girasol tiene entre un 8 y 9% del total. En los últimos 6 años, el total de demanda de aceite viene creciendo a un 5% anual. En el resto del mundo se sigue produciendo. No cayó como en Argentina. Lo que no se produce acá, se produce en el Mar Negro”.

Morelli argumentó que el aceite de palma y soja marcan los ritmos del mercado. “Es una falacia decir que la cantidad de girasol de más que se produzca va a tirar los precios para abajo”.

El girasol subió 5% por año, y ese crecimiento se dio en Ucrania y Rusia principalmente. Argentina produce el 8% del girasol del mundo, no determina precios ni mercados. El aceite de girasol se exporta cada vez más, pero ese mercado no lo está atendiendo la Argentina, es un mercado dominado por Ucrania y Rusia.

“En 2005, el gran importador mundial era la Unión Europea, un mercado que podía pagar el precio que fuera necesario para tener el aceite que quería. En 2014, la UE, que era el 50% del total de demanda, pasó a ser el 14%. La mayor demanda ahora es de India, Egipto, Turquía, países de nivel adquisitivo más bajo, y más dependientes de los precios. El aceite del mundo cambió su mercado y se volvió más precio-dependiente, con más competencia por parte de los otros aceites”, detalló.

Morelli destacó que la demanda de aceite en el mundo crece por alimentos (4%) y por biodiésel (2%). “Con el bajo valor relativo de los aceites, el girasol tiene dificultades para competir con retenciones similares a la soja y 10% mayores a los granos”, dijo. 

Comentarios