22 de marzo de 2018 – Hoteleros y gastronómicos se enfrentan a una reducción de la rentabilidad. Ambos sectores atraviesan un cambio notable del paradigma de la prestación de servicios, que coincide con una suba de costos, y que comienza a preocuparlos.
“Si bien ha aumentado la ocupación, el panorama es complicado por el aumento de tarifas, la presión impositiva, y la sensibilidad que tiene el mercado a los precios que cobran los establecimientos. Son temas que hay que seguir muy de cerca”, advirtió el presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica y Afines de Rosario (AEHGAR), Rodrigo Pastor.
Según el empresario, las formas de hospedaje han cambiado en Rosario, donde el perfil de visitantes se inclina por la oferta de 4 o 5 estrellas por sobre los más chicos. A lo que se suma la competencia de las nuevas plataformas, como Airbnb o Couchsurfing. “Estas aplicaciones que fomentan los alquileres por parte de particulares son una competencia desleal porque no hay regulación (…) Una de nuestras líneas de trabajo es la lucha contra estos lugares; por eso ya hemos hablado con el gobernador sobre como igualar las condiciones del mercado”, aseveró Pastor en diálogo con Fisherton CNN.
En este sentido, la gastronomía no es la excepción. Las nuevas formas de consumo – según el presidente de AEHGAR- permitió el florecimiento de ofertas más chicas e informales, que compiten fuertemente con grandes establecimientos que sostienen altos costos operativos.
Aquí también las tarifas aparecen en el centro de discusión, “no solo en las eléctricas, sino que hubo incrementos muy importantes en el Impuesto Inmobiliario, en la TGI y en el gas, las cuales inciden mucho en la formación de los precios”.
REDACCIÓN ON24
