15 de marzo de 2018 – La bodega y viñedo Borderío, ubicada en la ciudad de Victoria, se posiciona como una gran alternativa para la organización de eventos empresariales. Con sus acogedoras instalaciones y la imponencia del paisaje de su plantación, gana cada vez más terreno en el reclamado rubro de las fiestas y reuniones corporativas. Según Verónica Irazaqui, propietaria del lugar, comentó que ya han tenido varias experiencias exitosas en la materia y mira con grandes expectativas este nuevo enfoque.
A lo largo del 2017, el complejo vitivinícola y turístico ya recibió con éxito a ejecutivos y mandos medios de clientes de la talla de General Motors, la Cámara de Inspección Vehicular, la Asociación de Hoteleros y Gastronómicos de Argentina, y Genox Argentina. Según explicó Irazaqui, el fuerte de la propuesta pasa por la infraestructura del lugar y la calidad de los servicios que se brindan, los cuales al orientarse a este nicho permiten brindar una oferta de lujo para los potenciales interesados.
El abanico de posibilidades que ofrece Borderío es bastante amplio, abarcando desayunos y almuerzos con la posibilidad de aprovechar el aire libre, un acogedor comedor y los espacios tradicionales de la cava. Además, se encuentra a apenas una hora de viaje desde Rosario; cuenta un acceso sobre la Ruta 11 que difícilmente suele verse congestionado y que no se ve afectado por la lluvia. De momento no se ofrece hospedaje, aunque se baraja la posibilidad de hacerlo en un futuro.
Más allá de buscar incursionar en un nuevo nicho, la dueña del viñedo afirmó estar “muy satisfecha” con el desempeño que vienen teniendo como destino turístico. “Nos ocurre que viene gente exclusivamente a visitarnos, ya no vienen primero a Victoria y luego recaen en nosotros”, explicó. Por otro lado, el vino que producen ya se está exportando. “Nos da orgullo el haber alcanzado el nivel que habíamos planteado en un principio. Manejamos el turismo y el vino como como proyectos casi separados y estamos muy contentos con ambos”, concluyó.
