La mujer que le dio un rumbo diferente al sector inmobiliario

En el marco de la semana de la mujer, publicamos la historia de una referente del espíritu empresarial rosarino

06 de marzo de 2018 – Con motivo de encontrarnos en la semana de la mujer, ON24 publicará, a modo de adelanto, versiones resumidas de las biografías de empresarias rosarinas recopiladas para la publicación “Pioneras Presentes” de Fundación Libertad. El capítulo de hoy estará destinado a Noemí Chicco de Rossetti, quien cuenta con su propio espacio dentro del libro: “La mujer que le dio un rumbo diferente al sector inmobiliario”.

Rossetti es arquitecta y, hoy en día, se encuentra al frente del sello Rossetti, referente en el mercado inmobiliario. Bajo su dirección, la firma logró una expansión con una mirada más allá de los límites de Rosario. Su momento más importante fue comenzar junto al equipo de profesionales elegidos por trayectoria urbanística y jurídica, el proyecto emblema de la empresa: el Club de Campo Kentucky. El mayor logro, cuando en diciembre de 1999 agasajaron a los primeros 150 propietarios de lotes, quienes, según afirmó, confieron en Rossetti antes de que hubiera obras hechas. Por otro lado, su peor pasaje fue en el 2001 cuando la crisis los encontró con obras en ejecución y ventas comprometidas.

Su familia es oriunda de Morteros (Pcia. de Córdoba), lugar donde se establecieron sus abuelos (inmigrantes italianos), a fines del siglo XIX. Allí nacieron, vivieron y se casaron sus padres Matías Chicco y Antonieta Mazza. Su padre, contador público, fue nombrado Contador General de la Pcia. de Santa Fe durante el gobierno del dr. Luciano Molina, por tal motivo se trasladó junto con su esposa a la capital provincial. Allí nacieron Noemí y Jorge.

El primer gran cambio en la vida de la empresaria fue cuando llegó a Rosario de la mano de su padre, quien debió trasladarse allí con su familia por motivos laborales. En esta ciudad realizó la carrera de arquitectura, algo en lo cual también fue una de las pioneras, pues no era habitual ver mujeres en la Facultad de Ingeniería. Con 21 años, ya recibida, comenzó a desempeñarse como auxiliar de docencia del arquitecto César Benetti Aprosio y, más tarde, se desempeñó a lo largo de cinco años como profesora adjunta de Taller I. En ese lapso, se casó con Juan Carlos Rossetti, con quien tuvo tres hijos: Juan Félix, María Eugenia y Juan Carlos.

El segundo gran cambio fue el fallecimiento de su esposo en 1985. “La vida nos pone, a veces, en situaciones sin alternativas para elegir”, afirmó. Asumiendo la presidencia de la empresa en un duro momento, emprendió la tarea de reorganizar la vida familiar y el negocio. Su hijo Juan Felix fue uno de sus principales apoyos en aquel periplo. Su primera decisión fue ampliar el negocio agropecuario con la construcción de una planta de silos de 10.000 toneladas para acopio y acondicionamiento de cereales, bajo la firma de “Sucesores Juan Carlos Rossetti S.A.”. La unidad administrativa opera sobre una superficie de 200 m2, en tanto que la circulación, maniobras y estacionamiento de vehículos se realizan sobre 5600 m2. de caminos y playas pavimentadas.

Entre 1985 y 1996 se dedicó a reconocer todas las propiedades urbanas del sello y a darles destino, al tiempo que se generaban nuevos proyectos. Con sus tres hijos incorporados a la toma de decisiones, se urbanizaron más de 2100 lotes. En 1997 comenzó a mirar hacia Funes, particularmente al área de 250 hectáreas conocida como Estancia Nenucho y Haras Kentucky, de donde tomó el nombre para el emblemático proyecto. En total cuenta con 672 lotes de 1200 metros cuadrados cada uno, ocupando sólo 40% de la superficie, siendo el 60% restante destinado a espacios verdes.

Pronto se sumó  el proyecto de Funes Hills, compuesto de 4 barrios cerrados: San Marino, Cadaqués y Miraflores, y un barrio abierto Cantegrill. En total 900 lotes que se pusieron a la venta en el año 2001 en el marco de una crisis en el país. En el año 2009 se desprendió Rossetti Desarrollos  Urbanos, construyendo el barrio cerrado San Sebastián, situado en un terreno virgen, adquirido, y ubicado en la avenida Arturo Illia y Fuerza Aérea con 586 lotes La nueva empresa planteó también dos barrios abiertos Don Juan y Don Mateo, Don Juan sobre la Av. Illia (ex Mendoza), y don Mateo a continuación de Funes Hills, ofrece una zona con casas ya construidas.

Hoy en día, la empresa brinda trabajo a 550 personas, sumando además personal indirecto (jardineros, personal doméstico, albañiles, profesionales, etc.) son unas 1650 personas en total hasta el momento con tendencia a crecer. A todo ello debemos agregar la ejecución de obra pública por parte de los desarrolladores en beneficio de la comunidad, por ejemplo  la doble Avenida Fuerza Aérea frente a Funes Hills, la rotonda que sirve de ingreso al barrio San Sebastíán, la calle Hernández que une Av. Fuerza Aérea con ruta 9 y otras próximas a ejecutar.

Referente indiscutido del mercado inmobiliario, logró darle un rumbo diferente, con una mirada más allá de los límites de Rosario. Noemí Beatriz Chicco de Rossetti, es arquitecta, madre, amiga y socia de sus tres hijos, pilares en su vida.  Sin dudas, es una Pionera por abrir y afianzar nuevos espacios para la mujer rosarina. “Una mujer, cualquiera sea su lugar, debe mantener siempre un ambiente de respeto mutuo”, cerró.

La historia completa será incluída en la próxima edición del libro “Pioneras Presentes – El espíritu empresarial que hace grande a Rosario”, a publicar por Fundación Libertad.

ORIGINAL POR FUNDACIÓN LIBERTAD

ADAPTACIÓN POR REDACCIÓN ON24

Comentarios