Siguiendo la evolución de los precios relativos de algunos insumos destacados que afectan la actividad de producción lechera como es el alimento balanceado (la cuenta alimentación se lleva alrededor del 60% de los costos directos), el gasoil (impacta en un 15% sobre costos de producción), el dólar (el 60% de los insumos del tambo cotizan en dólares), la soja (cuyo valor incide en el pago de alquileres que promedia 35 a 40% de la tierra en producción) y el precio de la leche; observamos en este gráfico -que arranca en el 2014 año previo a la crisis- un resumen de las tendencias, donde luego de 2 años de desfasaje donde el productor trabajó a pérdida, el precio de la leche se había recuperado con respecto a casi todos los indicadores.
En enero de 2018 se vuelve a desconfigurar la ecuación productiva marcado por un precio que no crece mientras que los insumos clave del negocio de producir leche se disparan:
Frente a este contexto, en su portal DairyLando, Snyder destaca que para recuperar la competitividad de la leche frente a la carrera de precios relativos, la materia prima entregada en enero 2018 debiera valer 6,50 pesos/litro.
El productor se encuentra en plena campaña de ensilado y planes de siembra de pasturas y verdeos, lo que va a afectar la producción.