Los resultados de la zafra de cultivos de invierno, divulgados el viernes 22 por Estadísticas Agropecuarias (DIEA), tienen su justificación en el valor que obtienen los productores por sus cosechas. La soja es el único cultivo que ofrece rentabilidad.
Esa es la explicación a una nueva caída en la producción de trigo, el principal cultivo de invierno, que no logra levantar cabeza y que con 440 mil toneladas cosechadas apenas alcanzó lo necesario para el abastecimiento interno.
El área de trigo cayó 10% en la última zafra 2016/2017, respecto a la anterior, pero peor fue el rendimiento, que bajó 42% debido al tiempo adverso.
Según los datos divulgados por la oficina del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), el rendimiento promedio del trigo fue de 2.280 kilos por hectárea, lejos de los 3.000 kilos a 5.000 kilos deseados. Por el estado del tiempo, más que por el precio, fue afectada la superficie de cebada, que alcanzó a 153 mil hectáreas, 20% menos que en la zafra anterior.
Nuñez recordó que ambos cultivos cerealeros sufrieron un invierno lluvioso, ventoso, húmedo y a la vez caliente. “Hubo mucha bacteriosis”, acotó. Y agregó que “la cebada sufrió por el exceso de humedad, lo que impidió que el grano llegara al calibre” estipulado por las malterías. La otra cara de la moneda de la zafra la mostró la colza, la oleaginosa de invierno que con 53 mil hectáreas sembradas duplicó la superficie de 2016.
Área de verano similar
La oficina de estadísticas del MGAP también divulgó un pronóstico sobre la zafra de verano 2017/2018 que está en marcha y donde la estrella sigue siendo la soja.
“Es el único cultivo que da plata”, graficó el gerente de la URF, la cooperativa que este año alcanzará a plantar 40 mil hectáreas de soja, 2.000 hectáreas más que el año pasado. “Con la lluvia de la semana pasada estamos completando la siembra”, acotó.
La intención de siembra de cultivos verano fue estimada en casi de 1,2 millones de hectáreas, un valor similar al registrado en 2016/17, cuando se sembraron 1,23 millones de hectáreas.
Para la soja se estimó un área de 1,060 millones de hectáreas, 4% menos que en 2016/17, cuando alcanzó 1,103 millones de hectáreas. El área sembrada con soja de primera se estimó en 727 mil hectáreas, 68% de la intención de siembra total.
Por otra parte, la superficie de maíz sembrada para grano seco se estimó en 80 mil hectáreas, valor igual al de la zafra anterior, de las cuales 52 mil ya se habían sembrado a la fecha de cierre de la encuesta el 20 de diciembre pasado.
“La plantación de maíz es muy específica: para hacer comida para los animales o por alguna rotación prevista en los planes de uso de suelos”, dijo Núñez.
El área de sorgo con destino a grano seco continúa descendiendo, estimándose para la zafra 2017/18 unas 35 mil hectáreas, 33% menos que en 2016/17.
Fuente: El Observador