A pocas semanas de comenzar con las actividades de siembra del trigo empiezan a conocerse distintas estimaciones respecto de lo que puede pasar para la campaña 2014/15.
Para analizar las perspectivas es necesario conocer como evolucionó el cereal en las últimas campañas para que la toma de decisiones de regresar al producto no nos tome de sorpresa.
El mercado del trigo continúa con medidas que limitan los precios que pueden recibir los productores en la comercialización por la existencia de los cupos de exportación. Los precios podrían superar los niveles actuales a partir de las mejoras que registraron en los últimos meses los precios internacionales, el FAS teórico supera los valores actualmente negociados en el mercado.
En el mundo, los valores de referencia del cereal subieron en todos los mercados a partir del problema entre Rusia y Ucrania, quinto y sexto exportador mundial, del deterioro de los cultivos en Estados Unidos y la aparición de demanda de países africanos.
Los precios externos mejoraron y los locales fueron los que menos acompañaron cuando resta negociar de la campaña unas 4,6 millones de toneladas de la producción que supera la demanda de la molinería, que todavía tiene que comprar 3,70 toneladas, y la exportación que ya tiene compradas 2 millones toneladas arriba del cupo exportable de 1,5 millones de toneladas que todavía no se autorizó en su totalidad.
Con los citados números se podría exportar 1 millón de toneladas más en un momento donde los precios externos están firmes, hay demanda y sería una señal para potenciar las siembras del próximo ciclo.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó la semana pasada que el área a sembrarse con trigo ascendería a 4,1 millones de hectáreas durante el ciclo 2014/15, incrementándose el 13% de la superficie a partir de mejores condiciones climáticas, de una menor siembra de cebada y “con el objetivo de contar con ingresos económicos hacia fin de año”, señaló la entidad.
En encuestas realizadas por CREA se desprende que “la estrategia es mantener el área de la cosecha fina pero con cambios relativos. Se va a aumentar el área con trigo y restar de la cebada. Los porcentajes de dicho cambio oscilarían ganancias del trigo de 15% y mermas similares de la cebada”.
Para el INTA Pergamino “a pocos meses de la campaña triguera 2014/15, no hay indicios de un cambio relevante en el mercado. El stock de trigo supera a las necesidades del consumo interno, y las exportaciones previstas están por debajo del saldo exportable. Esto no incentiva a mayores siembras del cereal”.
En todos los análisis se coincide en que no hay señales claras que puedan incentivar aún más las siembras para el próximo ciclo, permaneciendo muy lejos de las 6 millones de hectáreas que se sembraron en el ciclo 2007/08 y con tan solo un incremento de 940.000 hectáreas desde el mínimo de siembra de los últimos 110 años en la campaña 2012/13.
La recuperación del año pasado y del presente es en detrimento de la cebada pero existen 1,5 millones de hectáreas, especialmente en la región centro y norte productora, que se perdió frente a la soja.
Para recuperar las hectáreas y la producción perdida en los últimos años frente a la oleaginosa son necesarias medidas concretas más allá del parche que se realizó este año con el anuncio de la devolución de las retenciones al trigo.
De hecho, según un anuncio del Ministerio de Agricultura unos 10.200 productores de trigo recibirán 2.100 dólares cada uno, que totalizan unos 22 millones de dólares respecto de los 600 millones prometidos inicialmente.
Los derechos de exportación es solo uno de los factores que desincentiva la producción de trigo, su eliminación representaría hoy una mejora de 80 dólares en el precio que recibe el productor que podría volcar en más inversiones.
Pero sin ir tan lejos a una eliminación, se puede llegar a una reducción en la alícuota que también aumentaría el precio recibido por el productor para mejorar la ecuación económica del cereal frente a la competencia con los demás productos y así aumentar aún más el área de cobertura.
En el informe quincenal del INTA Pergamino el margen bruto para el trigo 14/15 está muy por debajo de los demás cultivos (comparando con datos actuales), llevando al número negativo cuando se trabaja en campo alquilado.
Para lograr un mejor resultado será difícil reducir los costos, que se incrementan con la inflación y la financiación, pero no es imposible obtener mejores precios en la medida que las subas externas se trasladen o se reduzcan las retenciones.
Un mejor margen proyectado permitirá aumentar las siembras.
Con un incremento en la siembra y en la producción se podrá exportar más respecto de la presente campaña, como grano y como derivado, ganando todos los participantes de la cadena del producto y hasta el gobierno con el ingreso de divisas.
Con un cálculo teórico a partir de una producción de 12 millones de toneladas, se obtendría un saldo exportable de 5,5 millones de toneladas que superaría los 1,5 millones actuales con ingresos de divisas por 1.980 millones de dólares (al actual precio FOB) frente a las 540 millones proyectadas para el presente ciclo.
El aumento de la oferta aún podría ser mayor por un incremento superior en el área de siembra pero los resultados económicos para que se amplíe la superficie sólo podrán mejorar por una reducción en los derechos de exportación.
