De formación Ingeniera Agrónoma, productora y consultora en sistemas de producción sustentables, María Beatríz “Pilu” Giraudo, es la 5ta generación de productores agropecuarios en el país.
“Nací en el campo, soy de un pueblo muy chico, Zenón Pereyra, en el centro oeste de Santa Fe. Estudié agronomía, es mi vocación, la vivo con pasión” relata la flamante presidente de AAPRESID, entidad que la vio crecer desde su época de estudiante en Zavalla.
“La siembra directa es el producto de la prueba y el error que se practicaba en AAPRESID. Mi padre estaba en ese grupo y a partir de allí quede ligada para siempre”.
Ese sentido de pertenencia se evidencia en la claridad de objetivos de Giraudo para sus dos años de gestión.
La comunicación será una de las líneas de acción. Profundamente autocrítica comenta:
“Estamos convencidos que no sabemos comunicar. La sociedad nos reclama y nos señala como contaminantes, utilizadores de agro-tóxicos. Así llaman a los fitosanitarios que usamos.
“Tenemos la tranquilidad absoluta, pero no de ahora, sino desde hace 25 años en los que venimos trabajando. AAPRESID se creó para dar garantía a la sociedad en la producción de alimentos y el cuidado del medio ambiente. Nosotros lo llamamos “ecoprogreso”. Producción y ecología van de la mano. Nosotros trabajamos para dar calidad de vida”
La 2da apuesta de la gestión Giraudo está enfocada en el propio productor.
“El 2do eje tiene que ver con la investigación técnica y adopción de buenas prácticas. La siembra directa es masiva pero las buenas prácticas de rotación no”, aclara la productora, preocupada por una política económica que empuja al hombre de campo hacia la soja como única alternativa, eliminando de su práctica la rotación de cultivos.
“Nos llama la atención que se hable de record productivo y no se analice cual es la composición de esa producción histórica que tiene como resultado perder la fertilidad de los suelos. Se pierde en muy corto tiempo pero la recomposición es a largo plazo”.
Por Fabiana Suárez