La FAO presentó “el mapa más completo sobre las reservas de carbono en los suelos jamás elaborado“, y allí figura nuestro país.
En el marco de las celebraciones del Día Mundial del Suelo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) presentó “el mapa más completo sobre las reservas de carbono en los suelos jamás elaborado, hecho con la participación de todos los países en el mundo“, indicó la entidad.
Puntualmente, el Mapa Mundial de Carbono Orgánico del Suelo, muestra que, en todo el mundo, los 30 primeros centímetros del suelo contienen alrededor de 680 mil millones de toneladas de carbono, una cantidad significativa comparada con el total del carbono almacenado en la vegetación (560 mil millones de toneladas).
Y Argentina tiene un rol preponderante: más del 60 por ciento de esas 680 mil millones de toneladas de carbono se encuentra en diez países del mundo: Rusia, Canadá, EEUU, China, Brasil, Indonesia, Australia, Argentina, Kazajstán y la República Democrática del Congo.
Según Sally Bunning, Oficial de FAO, “Los suelos turbosos, las tundras, los pastizales e incluso las tierras áridas son fundamentales por sus contenido de carbono orgánico, y deben realizarse esfuerzos globales para protegerlos.”
La FAO recordó, en este contexto, que la materia orgánica del suelo es crucial para su salud y fertilidad y para la infiltración y retención de agua, así como para la producción de alimentos.
“Como sistema fundamental de almacenamiento de carbono, su conservación y restauración son esenciales tanto para la sostenibilidad de la agricultura y la adaptación y mitigación del cambio climático“, indicó.
Los suelos del mundo actúan como el sumidero de carbono más grande de la tierra, reduciendo los gases de efecto invernadero en la atmósfera. Aumentar su papel podría compensar significativamente el rápido aumento del dióxido de carbono en la atmósfera.
De hecho, en una decisión histórica sobre agricultura, la reciente conferencia sobre cambio climático en Bonn (COP23) reconoció la necesidad de mejorar el carbono, la salud y la fertilidad del suelo.
Fuente: Aapresid