Las lluvias del sábado 16 de diciembre hicieron foco en el sur de Santa Fe. Godeken recibió la mayor descarga de agua, se trataron de 80 mm. Los mayores acumulados se midieron en una estrecha franja que llegó hasta Monte Buey, en el este de Córdoba y se extendió hasta Rosario. Allí, hubo lluvias de 50 a 60 mm. Se tratan de 1,7 M de hectáreas que recibieron un gran auxilio del agua. Pero al alejarse unos kilómetros, los montos de lluvias caen en picada. Sólo un 30% del área recibió más de 40 mm, en donde la condición de los cultivos, y sobre todo la del maíz temprano va a notar una mejoría en los próximos días.
Hasta el jueves 14, un 10% de los maíces de la región ya se encontraban floreciendo, muchos de ellos con un fuerte estrés hídrico. Un 40% de los cuadros ingresa esta semana a floración. Por eso, las zonas que recibieron estas lluvias tendrán una gran ventaja por sobre el resto.
Unas 550 mil ha, entre sojas de segundas y maíces tardíos y de segunda, estaban pendientes de recibir unos 30 mm que permitan su siembra. Sólo el 40% de la región núcleo logró acceder a tener lluvias de ese volumen o más.
En las áreas menos favorecidas, hay mucha preocupación. Se tratan de 6 millones de hectáreas que siguen a la espera de nuevas lluvias para sembrar, mientras observan cómo los cultivos se deterioran. Las condiciones atmosféricas volvieron a avivar las condiciones desecantes. Entre el viernes y el sábado se produjo un nuevo pulso de calor, que superó a los anteriores. Las temperaturas superaron los 40°C. Las localidades del oeste estuvieron sometidas a condiciones extremas. En las áreas cordobesas, Montes de Oca, Noetinger y Pozo del Molle se alcanzaron registros de 41°C. También alcanzó esa marca Carlos Pellegrini en Santa Fe. La fuerte presencia del viento norte acompañando al calor agravó la demanda atmosférica. El pulso de calor no duró más de 24 horas pero ha sido el más intenso que sufrió la región en lo que va del año.
Pero tras la tormenta, aunque bajaron las temperaturas hasta tocar 12 y los 15°C en la región, las ráfagas de viento se han vuelto más intensas al cambiar el viento de dirección. El viento sigue dominando, apurando la evaporación en los primeros centímetros del suelo.
Lo bueno es que hay nuevas posibilidades de lluvias. Entre el martes 19 y el miércoles 20 se esperan lluvias muy escasas, que pueden sumar entre 8 y 10 mm. Las mayores expectativas están puestas en el próximo fin de semana. Se pueden producir lluvias más generalizadas, y aunque modestas, con montos más interesantes. Pero aún quedan por delante varios días y se deberán afirmar las condiciones atmosféricas para consolidar los pronósticos.
Las lluvias del fin de semana fuera del área núcleo