En abril el diputado Juan Casañas, que juró hace menos de 20 días en la Cámara baja, ya presentó varios proyectos de ley que habían perdido estado parlamentario de su mandato anterior.
Uno de ellos es para una amplia modificación de la actual ley de semillas (20.247) donde propone que en materia de “uso propio” sean los inscriptos en el Registro de Agricultura Familiar los que estén exentos del pago de regalías.
El legislador limita para el resto de las personas físicas y jurídicas que practiquen la agricultura a un “uso propio” de la simiente para 300 hectáreas de trigo y/o soja “consideradas en conjunto”, y en plazo máximo de cuatro campañas agrícolas consecutivas.
La iniciativa va en la dirección contraria a lo que ya presentaron otros legisladores también oriundos de la Federación Agraria Argentina como Omar Barchetta que a diferencia de Casañas propone un usufructo ilimitado por parte del agricultor a la semilla que es fruto de su propia cosecha, sin costo alguno.
“Un agricultor podrá reservar y usar libremente en su propia explotación, y sin límite de volumen, cualquier variedad vegetal inscripta, solo cuando dicha reserva y uso provenga de la multiplicación de semilla legalmente adquirida y este destinada por el agricultor a ser sembrada exclusivamente en su propia explotación y para su propio uso”, dice la otra cara de la Federación Agraria Argentina representada por Barchetta. (El Enfiteuta)
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