La violencia en el fútbol brasileño atenta contra el marketing

Los reiterados hechos de violencia, sumados a la mala organización de los torneos locales que incluye las formas que se definen los descensos de categoría están perjudicando seriamente al marketing de los equipos brasileños de fútbol.

Las compañías son tratan de ser muy cuidadosas a la hora de asociar su marca y, si bien es muy seductor el fútbol por su alta popularidad, suelen escapar cuando cerca de la marca hay conflictos. Es el caso de los fuertes episodios de violencia que se registraron días atrás entre el Atlético-PR y el Vasco da Gama. 

Así es como uno de los principales sponsors que tenía Vasco da Gama, la firma japonesa Nissan, decidió terminar el vínculo contractual que mantenía con el club brasileño, que duraba hasta el año 2017, tras los graves acontecimientos acaecidos en su estadio, convertido en una verdadera batalla campal, en el encuentro disputado ante el Atlético Paranaense y que han dado la vuelta al mundo.

“Tras los recientes actos de inaceptable violencia que han tenido lugar, Nissan informa que no mantendrá el actual contrato de patrocinio con el Club de Regatas Vasco da Gamma”, ha manifestado la compañía a través de un comunicado oficial.

El acuerdo de Nissan con Vasco da Gama se formalizó el pasado mes de julio y tenía una extensión de cuatro años y le ingresaban al club u$s 12,5 millones.

Este puede ser apenas el primer caso, así como muchas decisiones de patrocinio que se están tomando en empresas pueden cambiar y volverse para atrás.

Ejecutivos de marketing deportivo en Brasil consideran que la violencia torna a las empresas más reticentes, Ricardo Hinrichsen, director de negocios de la consultora deportiva CSM Brasil dijo: “El auspicio es una inversión. Cuanto más alto el riesgo, mayor el retorno que se exige. Si la percepción de riesgo para las empresas aumenta, el valor percibido por el auspicio cae” clasificando la violencia como un riesgo sistémico sobre el mercado.

Acerca de evaluar estos incidentes en los posibles nuevos contratos, el gerente de crédito del Itaú BBA, Cesar Grafietti, lo sintetiza: “la exposición de una marca en la camiseta de un hincha que se involucra en peleas es negativa, e incluso los auspiciantes antiguos quedan expuestos, porque los hinchas utilizan camisas de varias temporadas” expresó.

Muchos clubes pasaron buena parte del año sin contrato de auspicio, y puede ser la tendencia para 2014.

Uno de los productos de marketing que se está queriendo imponer en Brasil (quizá ayudado con la cercanía del Mundial en ese país) es el de ponerle nombre de marcas a los estadios (naming rights), como se utiliza en Europa y EE.UU. Esto puede quedar trunco. “El estadio tiene que ser una vitrina” dijo Grafietti, del Itaú BBA.

Cuando Inglaterra sacó la violencia del fútbol, creó la liga más fuerte del mundo no solo deportivamente, sino en marketing. Eso tiene que ver con la capacidad de atraer y mantener el orden. 

Otro problema de la principal liga de fútbol en Brasil es la definición de los descensos desde un escritorio. Eso le quita seriedad y lo acerca a sospechas de corrupción que también tiempo atrás manchó a la conducción del fútbol brasileño. 

Comentarios