El fabricante italiano de autos de lujo está pagando bonificaciones récord para recompensar a sus empleados por ayudar a aumentar las ventas y la rentabilidad a niveles históricos en 2013.
Y esta generosa remuneración se da en un momento en que Ferrari ha vendido deliberadamente menos automóviles para mantener su “exclusividad,” limitando la producción a 7.000 vehículos por año.
En 2013, la automotriz entregó 6.922 autos -400 unidades menos que el año anterior- pero aún así aumentó sus ingresos en 5%, embolsándose 2.300 millones de euros (3.200 millones de dólares), e incrementó las ganancias en 8%.
A su vez, cada uno de los empleados de Ferrari recibió un bono por valor de aproximadamente tres meses de su salario como parte de un plan trianual de bonificaciones. Además de eso, los trabajadores italianos recibirán unos 4,000 euros (5,700 dólares) “en reconocimiento a los excelentes resultados financieros alcanzados el año pasado… aparte de otros parámetros, como los niveles de calidad”, dijo el fabricante.
Ferrari, que es propiedad mayoritaria de Fiat, es considerada la marca más poderosa del mundo, superando a grandes rivales como Apple y Google, según la consultora de valoración de marcas Brand Finance.
Su calificación de AAA+ obedece, en parte, a su decisión de limitar sus ventas, así como al atractivo o deseabilidad de la marca, la lealtad de los consumidores y la satisfacción de los empleados, señaló Brand Finance.
La marca Ferrari vale cerca de 4,000 millones de dólares, 12% más respecto al año anterior, según la calificadora de marcas.
Y aunque es el rey en la producción de autos, Ferrari sigue capitalizando su marca de lujo a través de la concesión de licencias. El año pasado, la rentabilidad que deja esa actividad aumentó en casi 4% hasta 54 millones de euros (75 millones de dólares), gracias entre otras cosas a los grandes contratos que Ferrari firmó con las compañías de videojuegos Electronic Arts y Codemasters.
Ferrari también tiene acuerdos de licencia con Puma, Microsoft y los fabricantes de relojes de lujo Hublot y Movado.
Norteamérica es el mayor mercado de Ferrari, representa casi el 30% de las ventas globales, mientras que China ocupa el segundo lugar con 10%.
Pero la demanda de vehículos Ferrari en China podría disminuir conforme el Gobierno busca poner freno a los funcionarios públicos amantes de comprar autos costosos.
David Bailey, profesor de la Universidad de Aston y especialista en estrategia industrial, piensa que el plan de Ferrari para limitar la producción mundial es probablemente una reacción a las menores expectativas de ventas en China.
“Ferrari puede ver cómo van las cosas… esto es marketing inteligente para ellos y es un reflejo de la realidad”, indica.