Las numerosas tensiones de tesorería que ha dejado en el club la construcción del nuevo estadio Atlético tras el desembolso realizado, más de 300 millones de euros, situación que puede verse agravada de manera exponencial si el Atlético de Madrid no supera la primera fase de grupos de la Champions League, ha motivado que la entidad atlética haya decidido tomar una decisión que no ha sido demasiado bien vista por los socios atléticos.
A última hora de la tarde del día de ayer, varios medios israelíes sacaban a la luz en exclusiva una operación que, según los mismos, lleva trabajándose en los despachos desde hace meses como una de las alternativas encontradas por los dirigentes atléticos para paliar dicho déficit de tesorería.
Un empresario israelí, de nombre Idan Ofer, con una fortuna estimada de más de 2.300 millones de dólares, va a acceder al propietariado del club colchonero a través de su grupo de empresas Quantum Pacific.
Su desembarco en la entidad rojiblanca ha sido gracias a una ampliación de capital, aprobada ayer mismo por el Consejo de Dirección del Atlético de Madrid, que daría al club esa liquidez tan necesaria para poder atender sus compromisos.
El procedimiento utilizado, la ampliación de capital, provocará como efecto inmediato que los porcentajes que hasta ahora mantenían Miguel Ángel Gil y Enrique Cerezo se diluyan hasta el 65% del capital restante, con lo que podrán seguir manteniendo el control.
Wanda
La operación no ha sido sencilla. Hace tan solo unas semanas tuvieron que viajar hasta China para explicarle al dueño del Grupo Wanda, Wang Jianlin, también propietario de la entidad rojiblanca, la misma, una operación muy similar a la que permitió al empresario asiático poner encima de la mesa 46 millones de euros para hacerse con el 20% del club.
Se da la circunstancia que el nuevo dueño del club, Idan Ofer, va a pagar más dinero por hacerse con un porcentaje menor: 50 millones en dinero efectivo a la firma de la ampliación y otros 50 millones a medio plazo a distribuir a través de varios patrocinios.