El rumor de un futuro levantamiento del cepo cambiario corrió muy fuerte en el mercado financiero estos últimos días. Al parecer, dentro del equipo económico no hay un criterio uniforme al respecto. Lo cierto es que en caso de llegar a un entendimiento con el FMI para refinanciar la deuda con el Club de París, será difícil para el Gobierno mantener el control a las compras de divisas instrumentado desde noviembre de 2011.
El mercado financiero local señala al presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Juan Carlos Fábrega, junto al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, como los funcionarios que estarían a favor de comenzar a normalizar la situación cambiaria .
Con la llegada de Fábrega al BCRA, la política cambiaria y monetaria se modificó drásticamente. La drástica devaluación del 25% en tres días y una fuerte suba de la tasa de interés interbancaria hasta un 27% anual son pruebas de ello. Echegaray está enfrentado con Kicillof, en particular por las dos prórrogas del blanqueo de capitales decididas por el titular de la cartera de Hacienda.
También se ha sumado al debate económico en los últimos días la opinión de un senador del oficialismo que en reuniones privadas ha manifestado que el cepo cambiario está destruyendo a las economías regionales y en particular a la de su provincia. Por eso pidió abandonar ese esquema porque no favorece las inversiones.
Un desmantelamiento del cepo cambiario implicaría también volver a tener un solo mercado del dólar y no uno oficial y otro ilegal o paralelo, cuya brecha se ha reducido del 50 al 35% luego de la devaluación de enero.
Días atrás el ministro de Economía se reunió con los principales economistas ligados al Gobierno. Allí dejó en claro que está a favor de un levantamiento del cepo. Desde el entorno del funcionario confirmaron la reunión y explicaron que fue convocada por los economistas bajo la coordinación del viceministro Emmanuel Agis. Lo concreto es que en esa reunión Kicillof no dio ninguna señal que implique la posibilidad de un futuro giro en la política cambiaria.
En esa reunión Kicillof sí habría comentado que el gobierno no prevé una nueva devaluación del peso y que el objetivo es retornar al esquema de flotación administrada. Este sistema sería similar al que mantuvo la Argentina bajo la presidencia de Martín Redrado en el Banco Central de la República Argentina (BCRA). La intención de Kicillof sería buscar una especie de anclaje de tipo de cambio con un dólar rondando los 8 pesos. La gran meta es “domesticar” la inflación con un sistema de flotación con variaciones periódicas, lo que se denomina crawling peg.
Kicillof dejó en claro que buscan mejorar la situación fiscal, fortalecer la situación de las reservas internacionales a través de un mayor ingreso de dólares y con la posibilidad de volver a salir a buscar fondos en el mercado internacional de capitales.
La reciente suba de las reservas del viernes pasado parece indicar que en el trimestre abril-junio el Gobierno podría sumar una importante cantidad de dólares pero también se deben considerar pagos de deuda pública y privada mas los correspondientes a la importación de energía.
Pero el dato que tienen los funcionarios y que no ayuda para un futuro levantamiento del control a las compras de dólares de particulares y empresas es el aumento de las compras de billetes verdes para tenencia en el sistema instrumentado por la AFIP desde el 27 de enero pasado.
Los números al 4 de abril del monitoreo financiero de operaciones efectivizadas muestran que en ese período se realizaron 770.838 operaciones por un total de u$s448,2 millones.
A su vez los números de la AFIP indican que la compra promedio por operación de abril llega a los u$s692 mientras que en enero fueron de 530. Esto demuestra que un levantamiento del cepo podría generar una importante caída de reservas ante la avidez de los agentes económicos por hacerse de divisas.
A esto hay que sumarle la probabilidad de que en junio, con el comienzo de la Copa del Mundo de Brasil 2014, se pueda generar una mayor compra de divisas por parte de los argentinos que viajen al vecino país.
Lo que no es una probabilidad es que si la Argentina decide normalizar su relación con el Fondo y financiar la deuda con el Club de París, no podrá mantener el esquema cambiario vigente por muchos meses más.
Fuente: Infobae