Reciclar, usar menos el auto y ser más conscientes respecto al consumo de energía es siempre una buena idea si lo que se quiere es reducir la huella de carbono, la clave -según los expertos- para reducir el calentamiento global. Pero según un estudio publicado en IOP Science, hay otra cosa que se puede hacer y que, justamente, los Millennials están haciendo con éxito: tener menos hijos.
Según el estudio, cambiar lamparitas comunes por Led o lavar la ropa con agua fría tienen solamente un impacto moderado en reducir la huella de carbono. En cambio, tener un hijo menos tiene cuatro veces más impacto positivo que todo lo demás. Las otras tres cosas que se pueden hacer: no manejar un auto, no usar aviones para vuelos largos y tener un dieta vegetariana.
La matemática
Lo dice el estudio. No comer carne reduce la huella de carbono en 820 kilos por año, cuatro veces más que empezar a reciclar. Relegar ese viaje a París –es decir, no tener que tomarse un avión para un vuelo transatlántico– también reduciría 1.600 kilos de carbono por año mientras que no tener auto y moverse solo en transporte público o bicicleta ayudaría a reducir 2.400 kilos de carbono.
Pero tener un hijo menos es lo que realmente ayudaría al planeta. En ese caso, se reducen 58,6 toneladas métricas, lo mismo que les tomaría a 700 personas reciclando eficientemente por el resto de sus vidas.
Los millennials son, en ese sentido, quienes apuntalan la tendencia. En los Estados Unidos, por ejemplo, en 2016 se llegó al punto más bajo de reproducción de la historia reciente: 59,8 bebés cada 1000 mujeres; la mitad que lo que se reproducían en 1950.