La pérdida de tonicidad y el sedentarismo inciden en los cambios de forma, volumen y posición de los glúteos, pero es el factor genético el que, sobre todo, determina la apariencia de las nalgas.Por eso, aunque los ejercicios localizados y los masajes pueden ayudar, la cirugía es la única medida efectiva y definitiva para corregir el aspecto de los glúteos.
Gluteoplastia, la solución:
Según los parámetros de la cirugía plástica, los glúteos forman parte de una zona anatómica denominada unidad estética glúteo-lumbar, que abarca desde la curva baja de la espalda, a media cintura, hasta la mitad de los muslos. El objetivo de la gluteoplastia es conseguir proporciones armónicas y un contorno de líneas uniformes en esta área. Esto se logra con aumentos de volumen en la parte superior de las nalgas y lipoescultura en las zonas circundantes para retirar el exceso de grasa con una liposucción o redistribuirla mediante lipoinyecciones.
Esta variedad de lipoescultura consiste en extraer grasa con una jeringa desde las zonas donde se acumula frecuentemente, como la parte alta de los muslos o la cintura, y redistribuirla donde falta, como la zona lateral de los glúteos en la parte baja de las caderas.
Para el aumento de volumen de la zona glútea, actualmente existen dos técnicas:
- Con grasa corporal: después de realizar una liposucción en los glúteos, caderas o abdomen, la grasa extraída se inyecta en distintas zonas que define el cirujano plástico. Las inyecciones se ponen bajo la piel y en el músculo para formar una red en torno a la cual se forman capilares que matienen nutrido el tejido adiposo transplantado.
Con implantes de silicona: es la técnica más usada en mujeres delgadas con glúteos pequeños. Se utilizan prótesis similares a las de los implantes mamarios, que se introducen por una incisión de cinco centímetros en la línea interglútea
Biopolímeros, una sustancia riesgosa:
Hoy en día, se está viendo mucho en los medios de comunicación la promoción de cirugías sin cortes, conocidas como bioplastias, que básicamente son rellenos con distintos materiales como silicona liquida, PMMA, metacrilato o biopolímero. Estos son peligrosos principalmente por 3 razones:
- Pueden desencadenar una excesiva reacción inflamatoria en el organismo, porque este identifica al biopolímero como un objeto extraño y se desencadena una reacción defensiva.
- Pueden migrar del lugar donde fueron infiltrados, creando complicaciones a distancia.
- La mayoría de las veces no tienen ningún control sanitario, lo que aumenta el riesgo de complicaciones y efectos secundarios por infección.
Otras consecuencias importantes de los biopolímeros son alergías, fibrosis, lesiones y cambios en la textura de la piel.
Síntomas y consecuencias de los biopolímeros
Los signos locales más comunes son: inflamación, irregularidades en la piel, edema, eritema, cicatrices queloideas, hiper o hipopigmentaciones, ulceraciones, endurecimiento, necrosis y fístulas.
Las ulceraciones tardan meses o años en sanar, pero generalmente curan con el tiempo. Esto conlleva, además de las complicaciones físicas, problemas psicológicos y de autoestima, eso sin mencionar que altera la calidad de vida de los pacientes afectados.
Los síntomas generales más comunes son: dolor, fiebre, decaimiento, dolores articulares, somnolencia, malestar general y depresión.
Una de las consecuencias más graves de la aplicación de biopolímeros, es que es muy difícil su extracción ya que estos productos no son reabsorbidos por el organismo.
Si eres víctima de biopolímeros te recordamos que debes tener una seria de cuidados de por vida como lo son:
- No exponerse al sol.
- Evitar calor por períodos prolongados de tiempo.
- Usar ropa interior de algodón.
- No realizarse tratamientos estéticos invasivos (que atraviesen la piel) o que generen calor, como la carboxiterapia, lipoesculturas, hidrolipoclasia, mesoterapia, ultrasonido, ultracavitación, láser, inyecciones de corticoides, etc.
- No masajear la zona; cuidarse de caídas, golpes o traumatismos.
- No debe inyectarse medicamentos intramusculares en las zonas rellenadas con biopolímeros.
- No realizar ejercicios de alto impacto (como correr). Optar por ejercicios bajo impacto, como nadar, spinning, caminar, pilates, yoga, etc. Siempre teniendo cuidado con algún golpe o caída.
- Y por supuesto, evitar a toda costa volverse a inyectar sustancias desconocidas.
Por Sebastián Ortíz, Grupo Gamma