El gerente de Bauen Pilay, Gonzalo Crespi, y el director de Vanzini Negocios Inmobiliarios, Marco Vanzini, se refirieron al actual escenario del sector de la construcción inmobiliaria. Si bien ambas empresas permanecen activas y con proyectos en carpeta para desarrollar, también son realistas a la hora de brindar un diagnóstico sobre la actividad.
Para Crespi, por ejemplo, las empresas constructoras “se están cuidando mucho” para iniciar nuevos proyectos, porque el margen de rentabilidad “ha bajado”. “Yo lo veo todo muy parado desde el corralito (al dólar), que fue lo que entorpeció totalmente la comercialización”, dijo.
Además de las restricciones en el tipo de cambio, la actividad inmobiliaria sufre otros problemas como ser “la falta de financiación y de infraestructura, que es muy importante”, señaló, por su parte, Vanzini.
“Creo que el gran desafío para este año 2014 es buscar la manera de que la clase media-baja pueda ingresar al mercado inmobiliario a través de cuotas más pequeñas”, sostuvo el empresario.
En tanto, Crespi hizo hincapié en la carencia de inversión en los últimos años, lo que complica el desarrollo de proyectos inmobiliarios en tiempo y forma. “Si no invertís en infraestructura, que es en lo que menos se ha invertido, no se puede desarrollar nada. Si bien este país, en los últimos años, ha crecido mucho, no ha crecido la inversión para prestar servicios. Hoy no podés venir al centro de Rosario en auto, porque las avenidas están totalmente colapsadas y los accesos de Funes a Rosario están todos rotos”, resaltó.
En ese sentido, aunque indicó que hoy en día “hay un montón de edificios construidos”, el gerente de Bauen Pilay se preguntó: “¿Cuántas fábricas nuevas hay?”.
Por otro lado, Crespi también explicó que los costos de construcción se han incrementado sustancialmente, señaló que hay proveedores que, tras la devaluación de enero, entregaban los materiales pero sin definir precio y destacó la incidencia del valor de la tierra: “Está casi en el 24%, cuando hace muchos años llegó a estar en el 10-12%”.
Vanzini, por su parte, destacó que en el centro de la ciudad “cada vez, quedan menos terrenos para la construcción de un edificio”, lo que genera menor oferta y mayores precios.
GANARLE A LA INFLACIÓN
Más allá de los inconvenientes planteados por los empresarios, el sector de la construcción inmobiliaria también presenta oportunidades tanto para las empresas como para los ahorristas.
A juicio de Vanzini, “Rosario es una plaza con mucho potencial inmobiliario por su ubicación geográfica”, que atraviesa por un momento de alta demanda debido a que sufre “un déficit de vivienda muy grande”.
En parte, por este aspecto, la tendencia de proyectarse hacia el oeste de la ciudad, donde la tranquilidad y las zonas verdes cobran mayor protagonismo, es cada vez más fuerte. De hecho, Bauen Pilay está desarrollando condominios en Palos Verdes y Los Pasos.
“A esto se le suma que las propiedades son, generalmente, vistas como un buen activo a la hora de la inflación, debido a que elevan sus precios junto a la misma y, además, porque es un bien que muchas veces se adquiere o construye con anticipos y cuotas”, afirmó el director de Vanzini. “Siempre se le gana a la inflación con este tipo de productos, más todavía si es una inversión a largo plazo”, agregó.
En la misma línea de pensamiento, Crespi consideró que “el ladrillo sigue siendo una fuente segura de ahorro”, porque “es un resguardo de capital”. “La gente ahorra en dólares y en ladrillos, no hay otra opción”, enfatizó.
REDACCIÓN ON24
