Representantes de las cerealeras se reunieron ayer con autoridades del Gobierno para continuar con las tratativas en la adquisición del Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade). El encuentro fue encabezado por las exportadoras Cargill y Bunge. La noticia fue confirmada por fuentes del mercado y negada por una de las cerealeras.
De acuerdo con las fuentes, los funcionarios pidieron a las exportadoras de granos que hicieran efectivo el aporte de u$s200 millones que les habían pedido hace unas semanas para fortalecer el Baade.
Lo cierto es que, puertas adentro de las cerealeras, no hay coincidencia sobre qué hacer con el Baade, ya que las dos exportadoras mencionadas llevan la voz cantante del sector. Ambas integran el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), junto a cooperativas como Agricultores Federados Argentinos (AFA) y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA). La primera colocaría u$s1 millón en el bono, mientras que la otra todavía no “definió” su postura, dijeron las fuentes.
El Ejecutivo busca que las multinacionales cerealeras acerquen más de u$s500 millones en la compra del bono. A la fecha se suscribieron cerca de u$s560 millones, y el principal aporte lo prometió el lunes la petrolera argentina Bridas, que acordó algunas modificaciones a las condiciones de emisión que incluyen la eliminación del impuesto al cheque y del encaje de 15% de los fondos en el BCRA y la posibilidad de utilizar el título para destinarlo a inversiones en el área energética para asociarse con YPF en la explotación de Vaca Muerta.
En la misma línea, fuentes de la exportación señalaron que primero se deben dar “algunas condiciones” para, a partir, de allí “ponerse a pensar”. Dadas esas condiciones, los u$s500 millones serán “muy poco”.
Una de ellas es el reintegro del IVA de casi $1.500 millones adeudados por parte de la AFIP y que ya lleva una demora de diez meses, según lo publicado por Diario Bae.
Pero el no pago del mismo se debería al pasivo que mantienen las exportadoras con el organismo fiscal por u$s952 millones generado en el marco de la ley 26.351, conocida como Martínez Raymonda.
Otro de los pedidos de las cerealeras es la devolución de los ROE de trigo, que se refiere a las retenciones que fueron adelantadas al fisco luego de dar marcha atrás en diciembre último por pedido de la molinería de no liberar tanto cereal. A la fecha, éste viene avanzando “satisfactoriamente”, dijeron las fuentes.
Lo más importante es la modificación reglamentaria del Banco Central, la cual no les permite girar las divisas para la compra de bonos, sí, por el contrario, en la adquisición de granos, con lo cual esperan un cambio en la reglamentación. Además, una exigencia de sus casas matrices es la prefinanciación de sus exportaciones, sabiendo que el Baade paga 4% de interés. En ese sentido, las cerealeras están consultando diariamente a diversos estudios de abogados para encontrar una solución al respecto, puesto que buscan que se les garantice la remisión de utilidades en dólares.
