La modalidad de siembra tardía del cereal crece año a año. De las 880.000 hectáreas sembradas del cultivo de maíz en la región GEA, el 48% se sembró tardíamente. En esta campaña en particular, la falta de agua en el suelo durante el mes de septiembre y octubre de 2013 obligó a los productores a retrasar la siembra de los maíces de primera en gran parte de la región núcleo. Esta elevada proporción de sembradíos pudo esquivar el intenso estrés termohídrico de fin de diciembre y enero. A diferencia del maíz sembrado tempranamente, el maíz tardío y/o de segunda se encuentra en excelente estado. Se verifica que en ausencia de limitantes, la acumulación de biomasa es directamente proporcional a la radiación incidente interceptada por el cultivo (Muchow 1990). Y aquí el problema: el retraso de la siembra expone al cultivo a un ambiente distinto para la generación de rendimientos.
Específicamente, el mes de febrero estuvo caracterizado por una alta proporción de días nublados, con precipitaciones variables, muy intensas. Los totales pluviométricos de febrero del 2014 triplican al mismo mes del año anterior en toda región núcleo. Este período de estrés lumínico coincidió con la floración del maíz de segunda y/o tardío, momento más crítico de definición de número de granos. Y el escenario sigue marcado por la presencia de lluvias y tormentas, aunque ahora con menor intensidad y más aisladas. Esta semana, el mayor registro se observó en Clason (Santa Fe) con 60 mm.
En el resto, los montos se mantuvieron entre 15 y 30 mm sobre Santa Fe y Córdoba. En Buenos Aires, fueron más débiles y se mantuvieron entre 10 y 20 mm. Las lluvias vulven a partir del fin de semana. Se espera que un sistema frontal frío avance desde la región de la Patagonia hacia el norte, por lo que a partir del domingo (09/03), sobre GEA aumentan las probabilidades de precipitaciones en forma de lluvias, chaparrones e incluso algunas tormentas de variada intensidad.(GEA)