Usted puede hacer un depósito de $ 1.500 a un año en el Banco Nación y obtener una tasa del 10,5%. O puede depositar la tercera parte (apenas $ 500), a sólo 36 días y obtener una rentabilidad por su plazo fijo de más del doble (23,5%), siempre cuando lleve a cabo la operación a través de canales electrónicos.
El Santander paga 10% por un depósito de $ 500 por mostrador a 30 días, pero la tasa asciende al 23% si es por Internet. En el caso de que se deposite el mismo monto, pero a 365 días, por ventanilla pagan 12,25%, cifra que trepa al 27% por la web.
El Banco Ciudad también tiene una promoción mediante la cual incrementa el rendimiento en 13 puntos porcentuales para quien deposite desde nada más que $ 100 en un plazo fijo a través de Home Banking o cajeros automáticos, logrando una tasa del 22% anual para depósitos a 30 días.
El HSBC paga 27% por plazos fijos por canales automáticos a 180 días (cualquiera sea el importe) y 28% por 365 días. Para depósitos mayores a $ 200.000, el ICBC abona el 30% a un año, aunque recalcan que la tasa informada es a título meramente orientativo, ya que puede variar en función al monto y plazo de la operación, antigüedad del cliente y su calificación en la entidad. ”Hoy conviene hacer un plazo fijo a 30 días e ir renovándolo mes a mes, ya que las tasas vienen subiendo todos los meses. Por lo tanto, si lo hacés a 90 días, te podrías llegar a perder un mejor rendimiento al mes siguiente”, señala un banquero.
“Los bancos solemos poner una tasa de pizarra en la sucursal bien baja, para tener un margen alto de negociación con cada cliente. La tasa de Home Banking, en cambio, es la más alta que podés pagar, ya que ahí no existe regateo posible. Además, para nosotros representa un menor costo transaccional, al no necesitar poner a un cajero, a un representante de atención al cliente ni a un oficial de cuentas. La intención es ir llevando al cliente hacia el canal electrónico, por eso estamos haciendo educación al respecto ofreciendo una mejor tasa, ya que para nosotros representa un menor costo en personal”, admite el director de un banco.
El regateo también está a la orden del día en estos menesteres: ”Hay casos donde el cliente te apura y te dice que el banco de enfrente le ofrece tres puntos más por su plazo fijo, entonces muchas veces vos le pagás la diferencia para no perderlo. Claro que, para eso, el depósito debe ser a partir de $ 50.000. Obviamente, a partir de $ 100.000 la persona tiene más poder, aunque también depende mucho del día y de la orden que te de la mesa de dinero: hay veces que están muy líquidas y otras donde necesitan mayor liquidez y necesitás captar más depósitos, entonces podés aflojar un poco más en el regateo”, revela el gerente de una sucursal.
A su entender, el acting en este tipo de situaciones es importante: ”Si un cliente te amenaza que se lleva todo su dinero a otro banco porque le ofrece una mejor tasa, vos hacés todo el teatro de que vas a pedir autorizaciones con los superiores y finalmente le das esa tasa, para no perderlo como cliente. Especialmente si es del segmento premium, a quienes tratamos de ofrecerle mejores tasas”, precisan en el sector financiero.
Gustavo Perilli, socio de AMF Economía, recalca que, en promedio, la tasa por financiaciones minoristas e importes bajos ronda el 20%, aunque si se pasa los $ 100.000 puede lograrse hasta 5 puntos más por un año: “Suponiendo que no se reinstalen los saltos de enero, que la inflación se pegue en poco menos de 30% anual, el tipo de cambios quede entre $ 8,50 y $ 9 como mucho, conseguir una tasa de entre 20 y 25% anual hoy es buena idea, máxime si se esperan bajas de tasas”.
A su juicio, la idea es caminar lo más rápido posible y hacerlo sin pensar en los fantasmas del pasado: ”Hoy por hoy no hay crisis bancaria, sólo crisis cambiaria. Con menos inflación, las tasas irán bajando”.