Con la lluvia, llegan las enfermedades a la soja

En muchos campos, la soja ha ingresado en estadios reproductivos (R3) acompañada por lluvias de variada intensidad. Y si bien las precipitaciones son beneficiosas, también acarrean factores reductores de los rendimientos, como las enfermedades.

Ante esta situación, la firma Spraytec organizó dos talleres en las localidades de Crespo y Gualeguaychú para renovar conceptos sobre manejo de enfermedades de fin de ciclo y nutrición foliar en el período crítico del cultivo. Participaron de estas jornadas más de 200 asistentes entre productores y técnicos de la zona.

La lluvia es el parámetro para la aplicación de fungicidas:

Según explicó el Profesor Titular  Ing. MSC Marcelo Carmona, de FAUBA, “las enfermedades de fin de ciclo (EFC) son responsables de pérdidas promedio del 10 al 30% de los rendimientos si no se las controla adecuadamente. Los hongos que las producen están en las plantas desde la floración pero no generan daños visibles (por lo tanto no existen umbrales visuales que indiquen una aplicación). Cuando éstas llegan a R6 y R7 y se aprecian los síntomas, ya es tarde para el uso de fungicida. En el 80% de los casos estudiados durante más de 10 años, la lluvia es el factor principal que determina el uso o no de fungicidas”.

Incrementos significativos de rendimiento en el cultivo de soja en respuesta a la aplicación de fungicidas para el control de las EFC, están fuertemente asociados a la cantidad de precipitaciones pluviales ocurridas entre los estados fenológicos de R3 y R5, independientemente del momento de aplicación. A modo de ejemplo, si llueve más de 100 mm entre R3 y R5 (ya hay zonas con mucho más que esa cantidad)seguramente se estará ante una epidemia severa de enfermedades de fin de ciclo.  “Con más de 40 mm caídos en R3 la severidad de las EFC será moderada”, sostuvo.   “Ya es sabido el efecto que logran los fungicidas que contienen mezclas de triazoles con estrobilurinas,  pero la novedad es que se puede complementar mezclándolos con productos que contengan fosfitos. Los fosfitos vienen a cumplir funciones que los fungicidas no pueden hacer (movilidad hacia las raíces, aumento de defensas naturales contra hongos y bacterias, etc). Los fosfitos son sales derivadas del ácido fosforoso, combinadas con diferentes cationes que presentan alta movilidad en las plantas vía floema y xilema, llegando a las raíces. Son considerados biopesticidas que aumentan las defensas de la planta a partir de incrementar sus mecanismos de defensa. Favorecen la producción de fitoalexinas y proteínas relacionadas con la patogénesis. Las fitolexinas son sustancias producidas por las células de las plantas que ayudan a limitar la acción de los patógenos. Tienen efecto fungicida directo en Oomycetes, atacan las bacterias y son excelentes para tratar Mildiu en soja o Albugo en girasol.  Actualmente se está evaluando la aplicación de fosfitos en semilla, y en el primer año se han obtenido excelentes resultados en el manejo de muerte súbita y patógenos habitantes del suelo comoPythium, Macrophomina y Phytophthora”, explicó.

Por último, el Ing. Carmona explicó que se están llevando a cabo investigaciones conjuntas entre la FAUBA y Sprayec para determinar el efecto del glifosato sobre la posible disminución de fitoalexinas en las plantas, y el aporte que harían los fosfitos de manganeso en ese escenario de disminución de defensas vegetales.

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