Especialista en Diagnóstico por Imágenes
Un temor muy difundido es el miedo a sufrir dolor durante la compresión. Lo primero que debe saber toda mujer es el motivo de la compresión para entender su aplicación. La mama debe ser comprimida por dos motivos fundamentales, por un lado inmovilizarla durante la adquisición de la imagen para de esa manera evitar artefactos por movimiento que pueden generar una imagen de mala calidad diagnóstica. Por otro lado la compresión reduce el espesor de la mama y esto produce que la cantidad de radiación necesaria se reduzca. Los equipos generan compresión tolerable, regulada y cuantificable en una pantalla que la técnica especialmente entrenada controla durante el procedimiento.
Otro temor es el miedo a la Radiación. Numerosas publicaciones reflejan que la cantidad de radiación necesaria para obtener imágenes mamográficas de calidad es baja. Por otro lado tecnología de reciente aparición como la Mamografía Digital Directa es muy eficaz y requiere menor dosis de radiación que equipamientos previos.
En el último tiempo se ha difundido por redes sociales mensajes que asocian el riesgo de cáncer de tiroides con la mamografía, los mismos carecen de evidencia científica y no citan ninguna fuente ni autor reconocido. La población general está expuesta permanentemente a radiación natural, una mujer recibe en el transcurso de un año 17000 veces mas radiación natural que la que aporta un estudio mamográfico. En estos mensajes se aconseja el uso de protectores para el cuello, además de no tener una indicación formal en ocasiones pueden interponerse en la imagen obligando a una nueva incidencia y por ende a recibir mayor radiación.
Si bien en internet se obtiene mucha información es importante saber reconocer fuentes confiables de poco serias para así evitar cometer errores.
En ocasiones las mujeres no se realizan exámenes por miedo a un resultado negativo, en este punto es importante recordar que en patología mamaria muchas veces el resultado final depende de un diagnóstico precoz y que evitar conocer si existe o no un problema a resolver puede ser un factor pronóstico decisivo
Es crucial estar bien informado y la consulta con su ginecólogo-mastólogo es la opción más segura.