Las transferencias para tratar de sostener distintos sectores de la economía ascenderán a 150.000 millones de pesos hacia finales de año, según proyecciones que maneja la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP). El año concluirá, así, con un récord en materia de subsidios.
De acuerdo a sus números, los desembolsos del gobierno nacional se incrementaron un 47,8% entre enero y octubre respecto de 2012 ( llegaron a $101.281 millones en ese período). Y los subsidios llegarían a esos $150.000 millones si en noviembre y diciembre continúan creciendo al mismo ritmo.
De concretarse esas proyecciones, la cifra representaría un 50% más que los fondos girados el año pasado, cuando totalizaron $99.496 millones. Así, los subsidios crecerían 20 puntos porcentuales por encima de la inflación y rondarían el 5% del PBI.
A la hora de analizar la ruta de los subsidios, en primer lugar aparece el sector energético, que concluirá el año con un aumento del 65% respecto de 2012, según proyecciones de Empiria Consultores. Detrás se ubica la importación de combustibles, seguido por el déficit de las empresas públicas y el transporte.
Inicialmente, el Gobierno usó los subsidios para contener los salarios y el crecimiento de la pobreza que se había disparado tras el derrumbe de la convertibilidad. Con el transporte, la luz, el gas y el agua subsidiados. Sin embargo, a partir de fines de 2007, la inflación se disparó y agrandó la factura de estos fondos que, año tras año absorben una porción cada vez mayor del Presupuesto Nacional.
En 2004 insumían 4% del gasto total, y en 2013 se estima que abarcará el 17%. Para el próximo año, la partida para subsidios es de $ 120.614 millones, una cifra que implicará un fuerte ajuste, siempre y cuando no sea ampliado a lo largo del ejercicio fiscal, como viene pasando en los últimos tiempos.
Según la consultora Empiria, una suba de 200% para las tarifas energéticas y de 100% para el transporte implicaría un ahorro fiscal de $24.000 millones, un 17% del total de subsidios. Pero esto significaría un incremento de 6,7% en el costo de la canasta de consumo “sin considerar los efectos secundarios por la presión del aumento tarifario sobre los costos del sector productivo”, aclaran desde la entidad.
Fuente: Infobae
