Si había algún empresario que creía que por el sólo hecho de que el ahora ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, abandonara su cargo pasarían a solucionarse los problemas de todas las firmas importadoras, estaba equivocado.
Con el desembarco de Axel Kicillof al frente del Palacio de Hacienda, parecía que el Gobierno quería transmitir la idea de unanueva etapa en el plano del comercio exterior: más dólares para insumos y bienes de capital y menos divisas para comprar afuera bienes de consumo.
Sin embargo, una de las primeras decisiones que tomó el ministro fue no sólo ponerle unfreno al crecimiento de los autos de alta gama, sino que la política del “cerrojo” se está haciendo extensible a otros sectores, como la electrónica que, al menos por los primeros tres meses del año próximo, tendrá que resignarse a contar con un 20% menos de partes y piezas para el armado de LCD, celulares o computadoras portátiles.
El objetivo es cuidar la alicaída caja verde, en un contexto en el que las reservas del BCRA ya acumulan un desplome superior a los u$s12.000 millones. Y si es restringiendo artículos de lujo, tanto mejor, tal como lo dejó de manifiesto el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, cuando anunció su “cruzada” contra los llamados bienes suntuarios.
La realidad es que el mercado de lujo viene siendo duramente castigado, especialmente en los últimos tres años, conforme al Gobierno K le fue costando cada vez más lograr un superávit comercial holgado.
Y a esta “avalancha” de compañías de renombre internacional que hicieron las valijas para irse del país, se suma ahora una nueva “víctima”: la prestigiosa cadena española de moda Adolfo Domínguez bajará sus persianas este martes 24 de diciembre tras sucumbir ante las restricciones a las importaciones.
La compañía -que posee más de 600 tiendas repartidas en 27 países y que genera unafacturación anual que supera los 150 millones de dólares-, se retira de la Argentina con pena y sin gloria.
La marca contaba con un importante local de cerca de 300 metros cuadrados en Arenales y Callao, pero había anunciado tiempo atrás un agresivo plan que contemplaba la apertura de cinco nuevos puntos de venta hasta el 2014, previa inversión de u$s10 millones.
La marca tenía presencia en el país a través de la licenciataria Chilefilms -un grupo regional dedicado a la industria del cine y la televisión-, que venía trabajando en una ambiciosa estrategia de expansión regional, que incluía distintas inauguraciones en Colombia, Chile,Brasil, Uruguay y la Argentina, con el objetivo de palear las dificultades que atravesaba el mercado europeo.
Sin embargo, todo ese plan para el mercado interno quedó en la nada y la marca ya está con un pie fuera del país.
El agravamiento de las restricciones a las importaciones, sumado a las dificultades que generó el cepo al dólar -como la imposibilidad de girar dividendos y tener que liquidar divisas al cambio oficial pero enfrentar costos que se mueven al ritmo del blue-, marcó el epílogo para esta tradicional casa de moda española.
“El 24 de diciembre es el último día que estaremos abiertos. De hecho, ya le enviamos un comunicado a nuestros principales clientes”, confió a iProfesional uno de los responsables de ventas de la marca, quien agregó que “los problemas para importar hicieron que no se pudiera continuar adelante. Es una verdadera pena, por la trayectoria de la firma y la apuesta que iba a hacer por el país”.
El “éxodo” del lujo
El éxodo de marcas con “chapa” internacional fue encabezado por la casa italiana Emporio Armani, allá por 2010, cuando el Gobierno -bajo el argumento de que la crisis internacional hacía necesario un refuerzo de los controles aduaneros- comenzó a aplicar un tratamiento más durohacia las importaciones.
En 2011, en tanto, dejaron el país las casas de moda de alta gama Yves Saint Laurent, Escada yPolo Ralph Lauren.
El problema del “cepo” al dólar y a las importaciones no sólo complicó el día a día de las compañías vinculadas con el mundo de la moda: el combo también se sintió en el negocio automotriz y ese año marcó la “partida de defunción” de la marca española de alta gama Seat, que hasta ese momento era comercializada por Volkswagen.
Ya en 2012, emprendieron la retirada firmas de la talla de Louis Vuitton y la marca de ropa de origen estadounidense Calvin Klein.
En tanto, en los últimos meses se conoció la decisión de abandonar el mercado local por parte de otras marcas Premium como Cartier y la italiana Fendi.
Fuente: iProfesional
