Técnicos del INTA Manfredi, Córdoba, realizaron una serie de ensayos de larga duración en los que determinaron que los estabilizadores en cuerpo de siembra permiten obtener una uniformidad tanto en la profundidad de siembra como en la distribución de semillas sobre la línea, entre otros beneficios.
De acuerdo con los especialistas, la Argentina está a la vanguardia en materia de adopción y desarrollo de tecnologías de siembra de precisión. En este contexto, los técnicos del INTA Manfredi, Córdoba, realizaron una serie de ensayos de larga duración en el que compararon las sembradoras con sistemas tradicionales con las máquinas equipadas con estabilizadores de cuerpos de siembra.
“Los resultados fueron contundentes”, aseguró Juan Pablo Vélez –especialista en agricultura de precisión del INTA Manfredi, Córdoba– quien especificó: “Los estabilizadores en cuerpo de siembra permiten obtener una uniformidad tanto en la profundidad de siembra como en la distribución de semillas sobre la línea, entre otras variables. En consecuencia, se logró un incremento de hasta un 10 % en la producción de granos de maíz”.
De acuerdo con el especialista de Manfredi, la siembra con copiado controlado –a diferencia del copiado con resorte tradicional– permitió una concentración de semillas que permite una correcta germinación y una emergencia uniforme; al tiempo que la concentración de plantas también presentó un espaciamiento favorable dentro del surco.
Se trata de equipamientos de control y estabilizadores de cuerpos de siembra que funcionan instalados sobre el cuerpo sembrador y permiten controlar la fuerza de las ruedas limitadoras sobre el terreno y mantenerla constante, sin importar las irregularidades del terreno. Además, amortiguan los movimientos oscilatorios del cuerpo de siembra, al tiempo que evita vibraciones y rebotes de la semilla en el caño de bajada.
“Esta tecnología de avanzada maximiza la precisión en la siembra y obedece a la tendencia mundial de control total de la sembradora, algo que va camino hacia la robotización de la producción agrícola”, detalló Vélez.
En referencia a esto último, agregó que “en lo que va del año, el 20 % de las sembradoras vendidas se entregaron equipadas con estabilizadores”. Esta cifra es el doble de lo que se registró en 2016 y con un predominio de la industria nacional, ya que el 60 % de los equipos instalados fueron desarrollados en el país.
Sembradoras, cada vez más eficientes
Casi el 60 % de las sembradoras de grano grueso que se comercializaron en Argentina en 2016 y lo que va del 2017 salieron equipadas con dosificadores neumáticos, lo que establece un crecimiento exponencial en adopción de tecnologías de distribución de semilla en pos de una siembra altamente precisa –principalmente en cultivo de maíz–.
Si bien no alcanza el mismo porcentaje de adopción, algo similar ocurrió con los sistemas de dosificación variable que mantienen un crecimiento constante y se calcula llegar a fin de año con el 50 % de las unidades vendidas equipadas con esta herramienta, del cual se reparten en partes iguales las que tienen sistemas de actuadores eléctricos y las que fueron instaladas con equipos hidráulicos y cajas electromecánicas.
Actualmente, en el mercado local, existen dos sistemas con el que se equipan las sembradoras: uno hidroneumático de industria nacional –fabricado por la empresa Baratec–, en el que técnicos del INTA Manfredi aportaron en las adaptaciones del equipo en su etapa de prototipo; mientras que el otro pertenece a la firma Precision Planting, con presencia en el mercado local mediante representantes comerciales.