Una oportunidad para las empresas medianas de Argentina

El último informe elaborado por la Latin American Venture Capital Association (LAVCA) sobre el entorno regulatorio para las inversiones de capital privado, en inglés “private equity”, en 11 países de América Latina, mostró que Argentina fue el país que más evolucionó en el último año, por encima de mercados como Chile, Perú, Colombia, Uruguay, Panamá, México o Brasil.

El informe mide 13 diferentes indicadores como impuestos, derechos de los accionistas minoritarios, restricciones a los inversores institucionales y desarrollo de los mercados de capitales, y otorga un puntaje por cada uno de esos indicadores que luego se suman para conformar una calificación general por país.

El dato no es menor, porque indica que la condiciones objetivas básicas para que un inversor traiga su capital al país han mejorado mucho y rápido.

A esto se suma que Argentina está creciendo a lo que se estima un 3% anual y que esta tasa va en aumento. Que la inflación ya ha caído a la mitad del año pasado y está en baja. Que indicadores como los de las ventas de camiones o equipamiento agrícola han explotado. O que la industria y la construcción están creciendo a más del 6% anual.

Hay entonces una enorme oportunidad para el segmento de empresas medianas locales que tienen un negocio sano, con potencial, y quieren pasar a un nuevo nivel, pero que necesitan recursos que son escasos o caros.

Los fondosde private equity son la respuesta a esa necesidad.

El sector tiene, frente a este cambio en las condiciones objetivas del país, el enorme desafío de generar una relación armónica entre el capital y las empresas.

Esta semana se realiza en New York, EE.UU., el “LAVCA Summit & Investor Roundtable”, donde se verá efectivamente este cambio que ha habido sobre la forma en que los fondos de capital privado están mirando al país.

El país va a estar nuevamente en la mira de las compañías de private equity, cuyo objetivo es invertir en empresas que pueden mejorar sustancialmente su performance mediante la incorporación de capital, estrategia y management.

A las compañias de private equity les toca aportar una visión estratégica, capacidad de gestión y, por supuesto, capital, entendiendo que el proceso tiene también una parte humana, emocional, que hace al éxito del negocio. A los empresarios les toca soñar e imaginarse hasta dónde pueden llegar sus empresas si alguien con recursos los ayuda a dar ese paso hacia el futuro.

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