Lanzan nueva línea de alimentos gourmet termoestabilizados bajo la marca Sabor de Reyes. Se trata de comidas que tienen una validez de tres años, sin necesidad de cadena de frío. Según aseguraron desde la firma, carecen de conservantes y colorantes, sí se encuentran esterilizadas para extender su vida útil. También adelantaron que hay variedades para celíacos, veganos e hipertensos.
La planta industrial de Sabor de Reyes S.A. se encuentra emplazada en Mar del Plata, mientras que la distribución en la zona se realiza a través de la proveduría náutica Claudio Adrián Polón – Ship Supplier de San Lorenzo. El anuncio de la nueva línea de productos se dio el pasado fin de semana en el Salón Náutico de Rosario, por lo que los comercios a los que se venderán los productos todavía no están definidos en su totalidad. Sin embargo, ya se estima una producción mensual de 100 mil raciones.
El público al que irán destinados los alimentos principalmente serán restaurantes, cabañas, deporte aventura, montañismo, MREs, raciones de combate, exploraciones de petróleo y minería, y embarcaciones. Según comentó el representante comercial de Sabor de Reyes, Claudio Rolón, su capacidad de conservación en temperaturas ambiente de 25ºC los vuelven ideales para este tipo de actividades, aunque hizo la salvedad de que también son prácticos para el hogar.
Las porciones vienen embasadas en envases flexibles con alta barrera y que se mantienen estables a temperaturas de hasta 140ºC. El procedimiento para consumirlas consiste en calentar las bolsas cerradas en una olla con agua hirviendo durante seis minutos, luego servir. La firma también ofrece bolsas que permiten generar el calor sin la necesidad de fuego, éstas cuentan con placas químicas que al entrar en contacto con el agua generan una reacción isotérmica de gran magnitud; tras doce minutos puede retirarse la comida del interior a unos 90ºC.
La idea fue tomada de los alimentos empleados por la NASA para sus expediciones espaciales. También son utilizados en entornos militares, e incluso en el ejército argentino, aunque en este caso particular, se realizó una adaptación orientada a la comida gourmet. “Creemos que se trata de la comida del futuro”, cerró Polón.