El proceso aperturista con el que Mónica Fein buscó oxigenar la gestión luego de una ajustada victoria en 2015, comienza a agrietarse. El cachetazo electoral que recibió el Frente Progresista en las elecciones PASO cristalizó el delicado equilibrio entre los diversos sectores de la coalición que gobierna la ciudad desde 1995.
La renuncia presentada ayer por el secretario de Producción, Ignacio Del Vecchio, junto a otros dos funcionarios de extracción radical del gabinete local aparece como el corolario de una apertura política del Frente más impostada que real. La misma comenzó en 2015, cuando Fein, presionada por la competencia interna, optó por ampliar la cuota de dirigentes radicales en el gabinete, entre ellos, Pablo Javkin, Gustavo Leone y el flamante renunciante Del Vecchio.
Así las cosas, y con una magra cosecha de votos que hace peligrar el horizonte 2019, la forzada convivencia en la toldería oficialista decantó en alejamientos. Se deslizó en las últimas horas desde las cercanías del ex secretario de Producción, que los motivos de su salida deben buscarse en la indiferencia por parte del círculo más cercano a la intendenta. Aparentemente no lo citaban ya para las reuniones, notándose el armado de estructuras paralelas que se daba para saltearlo. ¿Será el último radical en salirse del frente antes de las elecciones?
Evidentemente, la variopinta de filiación del radicalismo santafesino puso grandes signos de interrogación dentro del Frente Progresista y agudizó la desconfianza, inclusive, entre los dirigentes que aseguraron fidelidad –si es que tal cosa existe en política-. En tiempos de crisis, el oficialismo empieza a cerrarse sobre sus pliegues en la toma de decisiones. Mientras en Rosario se decanta el gabinete, en el plano provincial Rubén Galassi (al igual que en 2015) toma las riendas de la campaña de Luis Contigiani.
El comité de emergencia oficial va en busca de la patriada.
REDACCIÓN ON24