Alarmada por la dimensión que va tomando el déficit en el intercambio comercial con Brasil, la Unión Industrial Argentina (UIA) propuso ayer que se comiencen a aplicar barreras “no arancelarias” a las importaciones provenientes del principal socio del Mercosur.
El planteo aparece en un informe del Centro de Estudios de esa entidad fabril, tras advertir sobre un incremento de las importaciones de bienes industriales desde Brasil. Apunta que entre enero y julio de este año las importaciones desde ese país crecieron un 28% respecto de igual período del año pasado, con lo que ya explican el 45% del incremento de las importaciones totales.
De allí que plantea la alternativa de “avanzar en la implementación de medidas no arancelarias, particularmente en normas técnicas y estándares de calidad”, para administrar de mejor modo el comercio entre ambos países.
El rojo comercial argentino apunta a ser récord este año. Y el déficit en el intercambio con Brasil, también. La inquietud surge porque los datos del comercio bilateral de agosto volvieron a reflejar un fuerte aumento de las importaciones argentinas (30,8% internaual), contra un incremento apenas moderado de las exportaciones argentinas a Brasil (+6,5%), según apuntó esta semana un informe elaborado por la consultora Abeceb. Así, la balanza comercial bilateral arrojó un déficit para la Argentina de 776 millones de dólares, inédito para ese mes del año.
La propuesta de la UIA es lograr que esa brecha deje de ampliarse recurriendo a una herramienta “de política que está siendo ampliamente utilizada por los países desarrollados” y que, incluso, Brasil “recientemente replicó”.
El informe de la entidad que preside Miguel Acevedo toma datos sólo hasta julio. Y apunta que en los primeros siete meses del año el rojo alcanzó los US$ 4738 millones, con lo que sobrepasó “el déficit registrado en todo el año 2016”, advirtió. “Tan sólo en julio -señaló- se registró un incremento de las importaciones cercano al 50% interanual, contra uno del 7,45% de las exportaciones”, insistió.
Según la entidad fabril, el dinamismo que muestran las importaciones desde Brasil (que aprovecha a descargar el excedente comercial dada su larga recesión) “pone en riesgo los indicios de recuperación” que muestra la actividad fabril en el país en los últimos meses.
Plantea entonces “avanzar en políticas industriales y comerciales que puedan aumentar la competitividad de la industria para mejorar la inserción de los productos argentinos en Brasil y en otros países del mundo”, pero, como reconoce que eso lleva tiempo, propone como alternativa “avanzar en la implementación de medidas no arancelarias, particularmente en normas técnicas y estándares de calidad”.
