Hay otros indicadores que proporciona la FAIM (Federación Argentina de la Industria Molinera) que resultan también significativos: es un sector que tiene la característica de multiplicar el valor de cada tonelada de trigo al transformarla en panificados, pastas frescas y galletitas. Una tonelada de harina convertida en productos panificados, hace que su valor se multiplique por 7,5. En pastas alimenticias por 8 y en galletitas el valor se multiplica por 10.
En la presente nota analizaremos algunos indicadores productivos claves de esta actividad. En el cuadro N°1 se expone información proporcionada por la FAIM. En el año 2016, nuestro país registró una producción de 4.352.000 toneladas de harina de trigo, exportó cerca de 625 mil toneladas y destinó al consumo interno cerca de 3,7 millones de toneladas. Por lo tanto, el consumo anual por habitante de harina de trigo en Argentina fue de aproximadamente 86 kilogramos por habitante.
Al mismo tiempo, los datos de la FAIM relativos a la molienda de trigo pan y candeal en la República Argentina para el año 2016 (Cuadro N°2) muestran que la misma ascendió a 5,8 millones de toneladas. A lo largo del año, enero fue el mes de menor molienda con casi 409.000 toneladas. Los meses de mayor actividad del año pasado se sitúan entre marzo y setiembre con valores que -en varios casos- supera las 500 mil toneladas.
Un informe reciente del Ministerio de Agroindustria de la Nación titulado: “Cadena de la harina de trigo” del mes de junio de 2016, señala que los meses de mayo, junio y julio suelen ser los de mayor volumen mensual de ingreso de trigo pan a la operación de molienda.
La molienda anual de trigo pan y candeal en nuestro país ha estado siempre –en los últimos 10 años- por encima de las 5,3 millones de toneladas de trigo. En los datos nacionales de molienda estamos computando la suma de la molienda de trigo pan y trigo candeal. El primero es el que se muele para obtener harina de trigo que se utiliza en la panificación. En tanto que el trigo candeal se muele para fabricar fideos, ya que, a diferencia de los elaborados con harina de trigo para pan, éstos tienen la característica de “no pegarse”. El trigo para fideos (candeal) es una especie relacionada filogenéticamente al trigo para pan. Por lo general, se lo cultiva en ambientes marginales, donde el estrés hídrico y la pérdida de humedad por una elevada demanda atmosférica por temperatura y viento constituyen el contexto ambiental donde crece y se desarrolla. Los rendimientos en el candeal se encuentran por debajo de los que se logran con el trigo para pan.
Según el citado informe del Ministerio, en el mercado interno la harina de trigo se utiliza para elaborar, principalmente, pan tradicional de panadería (alrededor de un 70%). Le siguen la harina envasada para consumo doméstico en envases de 1 Kg (aprox. 10%), las pastas alimenticias, las galletitas y bizcochos, el pan industrial, además de otros usos. Conforme lo indicado por Agroindustria el consumo de harina de trigo tiene un crecimiento de tipo vegetativo, con lo cual suele incrementarse anualmente en no más de un 1%.
En el informativo semanal N° 1693 de la Bolsa de Comercio de Rosario del 30/1/2015 proporcionamos la nómina completa de molinos de trigo en Argentina con la estimación de la capacidad de procesamiento. A esa fecha nuestro país contaba –de acuerdo con nuestro relevamiento- con cerca de 160 molinos de trigo que operaban a lo largo y ancho del territorio nacional. Estas fábricas –en conjunto- tendrían una capacidad teórica de molienda diaria de trigo del orden de las 33.000 toneladas. Computando 25 días de operación en el mes (es decir 300 días en el año), la capacidad teórica de molienda anual de trigo pan y candeal de la República Argentina podría situarse cerca de las 10 millones de toneladas.
Con datos descargados de RUCA de fecha reciente (18 de julio de 2017), la cantidad de plantas dedicadas a la molienda de harina de trigo ascendía a 184. Informes de dichos especialistas sostienen que, posiblemente, Argentina esté contando actualmente con una capacidad teórica de molienda anual de entre 12 y 13 millones de toneladas. El relevamiento realizado por nuestra entidad (en base a diversas fuentes) computa –en su gran mayoría- a las fábricas activas. Existen empresas que actualmente mantienen sus plantas inactivas y que por lo tanto podría ser real que la capacidad de molienda nacional se acerque a los 12/13 millones t.
En el documento “Cadena de la Harina de Trigo”, del Ministerio de Agroindustria, da cuenta de que a junio del 2016 existían 180 molinos de harina de trigo con la matrícula vigente operando en el país. Los mismos se distribuyen entre 159 empresas y cuentan con diferente capacidad de molienda. De ellas, la mayoría sólo posee un único molino (el 94,3%). Una de las firmas opera 7 molinos, otra firma opera 3 molinos, dos firmas tienen 5 plantas cada una y, por último, existen cinco empresas con 2 establecimientos cada una. La industria molinera se encuentra ampliamente distribuida a lo largo de todo el territorio nacional. La provincia de Buenos Aires es la que cuenta con mayor número de molinos, coincidiendo esto con el gran volumen de trigo que produce y con la proximidad a la zona portuaria.
Un informe de la FAIM indica que la provincia de Buenos Aires contaría con 84 plantas, 39 estarían localizadas en la provincia de Córdoba, 24 en Santa Fe, 15 en Entre Ríos, 6 en Tucumán, 5 en Salta, 4 en La Pampa, 2 en San Juan, 2 en Jujuy, 1 en San Luis, 1 en Santiago del Estero y 1 en Chaco. Este informe habla de 184 plantas con 163 empresas.
La FAIM indica además que 29 plantas en Argentina tienen una capacidad de molienda de más de 360 t/día, 61 plantas se encuentran entre 120 a 360 t/día, 49 plantas de entre 34 y 120 t/día y 45 plantas de menos de 34 t/día.
En nuestro informe del año 2015 citábamos a los cinco molinos de mayor tamaño en Argentina: primero el de la firma Cargill SACI localizado en Pilar (provincia de Buenos Aires); el de la empresa José Minetti y Cía Ltda, ubicado en Córdoba; las dos fábricas de la empresa Molinos Cañuelas S.A. en Adelia María, provincia de Córdoba, y en Cañuelas, provincia de Buenos Aires. Por último, la planta de harina de trigo de Molinos Florencia, en Laboulaye (Provincia de Córdoba). Hoy día esta situación ha cambiado, ya que el segmento dedicado al negocio harinero de Cargill fue vendido a Molinos Cañuelas en el 2016.
En nuestros registros, a nivel provincial aparece Buenos Aires como la jurisdicción subnacional que mayor capacidad de molienda teórica de trigo registra en Argentina. La misma ascendía en el 2015 a 18.376 t/día, razón por cual participaba con el 55% de la capacidad total de molienda nacional. Le sigue la provincia de Córdoba con 6.427 t/día (19% del total nacional). En tercer lugar se ubica la provincia de Santa Fe con 4.451 t/día (13% del total nacional) y en cuarto lugar la provincia de Entre Ríos con 1.112 t/día.
El informe del Ministerio, de junio del 2016, indica que la provincia de Buenos Aires contaría con 64 molinos; Córdoba con 24 molinos; Santa Fe con 17; Entre Ríos con 6; La Pampa con 4; Salta con 2; Tucumán con 2; Chaco con 1; San Juan con 1 y San Luis con 1. El informe oficial indica que hay 58 molinos bajo registro “sin especificar”.
La información oficial de la FAIM muestra la participación provincial en la molienda de trigo pan y candeal del año 2016, la cual puede apreciarse en el cuadro N°3.
Allí encontramos que en el 2016 la mayor participación en la molienda la tuvo –lógicamente- la provincia de Buenos Aires con 2,7 millones de toneladas de trigo procesadas en el año. Le siguió la provincia de Córdoba con 1,3 millones de toneladas y en tercer lugar se ubicó la provincia de Santa Fe con 659 mil toneladas molidas en el año.
Finalmente el cuadro N°4 muestra la exportación de harina de trigo argentina en el año 2016. Allí la FAIM suma las ventas al exterior de las siguientes partidas arancelarias: 1101.00.10. // 1101.00.20 // 1901.20.00 y 1901.90.90.
Como puede verse, de las 625.087 toneladas de harina de trigo exportadas por nuestro país en el año 2016, el 54% fueron adquiridas por compradores brasileños y el 40% por adquirentes de la República de Bolivia. Casi el 95% de las ventas al exterior fueron dirigidas a estos dos países hermanos (560.000 toneladas).
Otro comprador importante para nuestro país es Chile con 16.887 toneladas.
Fuente: BCR
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