Mi Galpón es una línea de crédito a tasa subsidiada que potencian los Ministerios de Agroindustria y Producción a fines del año pasado. A través de ella se puede construir o comprar galpones industriales nuevos o usados. Para acceder al subsidio se debe pedir un certificado de elegibilidad para obtener una bonificación sobre la tasa de interés. Esta herramienta le permite a la PyME gestionar un descuento sobre la tasa de interés según sus características financieras, de tamaño y de empleabilidad. El certificado puede presentarse ante las entidades bancarias para solicitar su crédito a tasa bonificada de hasta 6 puntos.
Hasta el momento el sector de cría porcina fue el que más utilizó el crédito blando con tasa subsidiada del 14% del Banco Nación (BNA).
El plazo máximo de la línea “mi galpón” es de cinco años con seis meses de gracia. Para la región pampeana la tasa de interés fija en pesos es del 14% anual para los primeros tres años, mientras que los últimos dos años se aplicará la tasa de cartera general del BNA.
Para los proyectos de inversión por desarrollarse en las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Misiones, Corrientes, Formosa, Santiago del Estero y Chaco, la tasa bonificada –también para los primeros tres años– es del 12% anual. El monto máximo del crédito por empresa es de 35 millones de pesos para cubrir hasta el 80% de la inversión total (sin incluir IVA).
La mayor parte de los créditos se concentraron en la provincia de Córdoba con el 26% del total de 581 millones de pesos adjudicados, seguida por Buenos Aires (22%), Entre Ríos (17%) y Santa Fe (15%). El 20% restante corresponde a proyectos de las provincias pertenecientes al norte del país.
Entre los usos del crédito pueden incluirse la compra de jaulas, parideras, bebederos, comederos, líneas de alimentación, sistemas automáticos de alimentación y de cortinas, mangas, corrales, balanzas, divisorios, cintas de transporte, rejas, extractores, paneles evaporativos, aspersores, sistemas de iluminación, calefacción y ventilación, norias y distribuidora de alimentos, además de la obra civil.
Pero la normativa indica que el préstamo no podía emplearse para la compra de inmuebles rurales o de terrenos, “salvo que la adquisición de dicho inmueble sea estrictamente necesaria para el desarrollo del proyecto de inversión de que se trate”.