En el Mercado a Término de Rosario, el contrato más cercano de soja en condiciones fábrica, para entrega en el mes de diciembre cerró la semana a u$s 337/ton, lo cual al tipo de cambio de garantía del mercado equivale a $2.100/ton, con una caída semanal del 2% en dólares, aunque la mejora del tipo de cambio permite que en pesos la caída se modere al 0,5%.
Pese a que las fábricas no hicieron ofrecimientos por mercadería disponible en toda la semana, la reincorporación de las cotizaciones de los mercados a término del país a los precios Pizarra impulsó los mismos en la semana, a contramano de lo ocurrido con los precios tanto de ROFEX como del Mercado de Chicago. Así, para las operaciones realizadas el día jueves la CAC fijó un valor Estimativo de $ 2.097/ton; es decir, $ 32/ton por encima de la semana anterior.
En el Mercado de Chicago la soja también perdió terreno al ajustar el viernes a u$s 487,05/ton, 4 dólares por debajo del viernes pasado ante la presión que generan las expectativas de una abundante cosecha sudamericana, a lo que se le suma la debilidad que mostraron las exportaciones norteamericanas semanales y la previsión de una gran producción canadiense de canola, que debilitó los valores del aceite.
En lo que respecta a la soja nueva, se observó en el recinto del Mercado Físico un mayor interés de los compradores en adquirir mercadería con descarga anticipada para los meses de marzo y abril, a precios que rondaban los u$s 300/ton, cuando en ROFEX los futuros de soja con entrega mayo en condiciones fábrica ajustaron el viernes a u$s 298/ton, cayendo un 0,4% en la semana.
Distintos organismos internacionales, entre ellos la FAO, han dado a conocer en los últimos días previsiones para los precios agrícolas, citando que frente a la mayor oferta disponible globalmente las cotizaciones de los alimentos se mantendrían entre estables y bajistas en los próximos seis meses.
En Argentina particularmente, la campaña sojera continúa avanzando a pasos agigantados y se va confirmando el aumento proyectado en la superficie implantada con la oleaginosa. En un escenario de rendimientos normales, ello dará lugar a una producción récord. En un attaché de momento no oficial del USDA se estimó la producción argentina 2013/14 en 57,5 millones de toneladas, un fuerte ajuste respecto a los 53,5 millones que preveía en su último informe del mes de noviembre. El próximo reporte mensual de oferta y demanda está programado para este martes 10 de diciembre, donde en promedio los operadores esperan que la producción estimada se ubique en torno a los 55,34 millones de toneladas.
Cuando al dato anterior se le suma la previsión de una cosecha récord en Brasil, se comprende que la entrada de mercadería en el circuito comercial internacional a partir del mes de febrero puede ser intensa, especialmente si Brasil logra mejorar su logística para la salida de embarques.
Por otro lado, las previsiones actuales indican que Argentina ingresaría a la campaña 2013/14 con un alto nivel de carry-in, que de mantenerse las condiciones actuales podría quedar entre los 6 y 7 millones de toneladas. Con ello se entiende que, merced a un clima favorable, la oferta se mostraría muy holgada para el primer semestre del año restando firmeza a los precios.
En relación a los rindes potenciales, se mantiene la previsión ENSO-neutral para El Niño, mientras que en un informe de CCA se destaca que con las generosas lluvias de noviembre las necesidades hídricas de la región se han reacomodado a valores plausibles de satisfacer en el mediano plazo. Pese al clima más seco y las temperaturas más elevadas de esta semana, las condiciones vigentes facilitan el rápido avance de las siembras. Según estimaciones de GEA, en la zona núcleo el 90% del área de soja de primera ya está sembrada, al igual que el 60% de la de segunda.
Mientras tanto, mucho se ha hablado acerca de la retención de mercadería por parte de los productores. Al 27 de noviembre, según información del Ministerio de Agricultura, se han comprado casi 39 millones de toneladas de la soja 2012/13. Para ponerlo en perspectiva, ello se ubica 1,5 millones de toneladas por encima de lo comercializado a la misma fecha del año anterior, y 1,5 millones de toneladas por debajo del promedio de las últimas cinco campañas.
El retraso sí se hace más notable respecto a las ventas adelantadas del cultivo que recién se está sembrando, ya que alcanzan 2,2 millones de toneladas, por debajo tanto de las 4 millones de toneladas negociadas a esta altura del año anterior como de las 6,8 millones de toneladas que en promedio ya se habían transado en las últimas cinco campañas. Sin embargo, la tendencia decreciente en la anticipación de ventas a cosecha no es un fenómeno nuevo, ya que el guarismo correspondiente al penúltimo año sumaba 8,6 millones de toneladas, y el previo fue de 9,8.
Debe tenerse en cuenta que la situación financiera de la cadena es muy distinta hoy a la que fue en las últimas campañas. Del lado del productor, los márgenes brutos de explotación se han deteriorado para la siembra que se encara; mientras que tanto los márgenes de la industria como de la exportación se contrajeron, con la complicación adicional que significó una rentabilidad muy por debajo de lo que se esperaba a la hora de realizar fuertes inversiones en aumento de la capacidad de procesamiento y en elaboración de biodiesel. Si bien se están analizando algunas medidas que permita oxigenar al sector, el escenario actual vuelve imperiosa la necesidad de reducir costos internos y mejorar la productividad para reactivar al complejo sojero.