Preocupa la carga impositiva

La industria del vino en Mendoza por estos días le hace frente a una preocupante merma en las ventas del mercado interno y una fuerte presión impositiva que impacta directamente sobre los balances de la última vendimia.

Por otra parte, desde PROMENDOZA denunciaron hace pocos días otro punto negativo que afecta la rentabilidad del vino: los elevados aranceles que deben afrontar los exportadores. Para colmo, el gobierno chileno (principal competidor) desde el 2014 implementa políticas de taza cero para comercializar sus vinos al mundo.

Ante este panorama El Ciudadano dialogó con el empresario vitivinícola Ángel Vespa y el gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, Mario Bustos Carra, quienes coinciden en que la denuncia recientemente lanzada por PROMENDOZA “es cierta y que el Gobierno nacional debería actuar achicando tiempos y determinaciones en un terreno nada fácil para la vitivinicultura”

Para Ángel Vespa, “la situación no es fácil”, ya que la Argentina no puede actuar unilateralmente, por pertenecer al MERCOSUR.

Así, el empresario de vinos recordó que al estar nuestro país integrando al bloque macroeconómico, se deben respetar los acuerdos firmados. En ellos, afirma Vespa: “La Argentina se comprometió a que cualquier negociación o acuerdos con terceros debe ser tratado en el seno del bloque”.

“No se puede comparar con Chile, ya que el país trasandino hizo acuerdos de libre comercio mucho antes de la creación del MERCOSUR y en todos obtuvo aranceles cero”, dijo el empresario vitivinícola.

Por otra parte, sobre la situación arancelaria del país trasandino, Mario Bustos Carra reafirmó las declaraciones de Vespa, y agregó que “el vecino país ha tenido una constante actitud por décadas”. Esto sucede ya que desde hace un tiempo fue política de estado mantener la seriedad en los acuerdos firmados. Mientras que, de acuerdo al gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, Argentina en últimos años mostró mil facetas económicas financieras que nos colocaron en el mercado internacional como un país poco serio y confiable.

En tanto, Ángel Vespa expresó también que “lo que le está sucediendo a la industria vitivinícola, le sucede a todo el aparato productivo nacional” y que “una forma de mitigar el difícil momento deberían tomarse, entre algunas acciones, elevar los puntos de reintegros en las exportaciones”. En otras palabras, podrían colocarse tres puntos más a los seis que hoy tienen las exportaciones de vino y con nueve puntos se aliviaría la actividad

Dicho panorama también fue denunciado por Bustos Carra, quien anunció que el actual Gobierno con coordinadas acciones de los Ministerio de Agroindustria, Producción y Relaciones Exteriores, están confeccionando una importante lista de productos a los que hay que acondicionarle porcentajes de reintegros.

Sin embargo, para el exportador esta acción debería ser acompañada con la revisión integral de los denominados impuestos distorsivos, gastos de flete y todo el andamiaje de las exportaciones.

Por eso, al igual que Vespa, Bustos Carra afirmó que lo que le sucede a los vinos pasa por toda actividad agrícola y pone un ejemplo: “La ciruela seca de nuestro país entra en el mercado norteamericano pagando aranceles del 9% sobre sus valores, mientras que Chile con sus acuerdos firmados hace mucho tiempo con el país del Norte usufructúan el 0% costo arancelario.

Finalmente, Ángel Vespa y Mario Bustos Carra reconocieron que, si bien es lento el accionar del actual Gobierno en las respuestas que necesita el sector, se está trabajando en un paquete de soluciones. Que la pérdida de competitividad tiene un inicio, “12 años de ataque sistemático a las economías regionales”. Punto que no se sale de la noche a la mañana, pero que con medidas concretas y consensuadas, la Argentina volverá a ser seria y responsable desde su mercado interno hacia su protagonismo en el mercado internacional.

Fuente: http://www.ciudadanodiario.com.ar/nota/2017-6-26-20-13-59-competitividad-preocupa-la-carga-impositiva-a-la-industria-del-vino

 

Comentarios