El 24 de mayo pasado se llevó a cabo la 6ta cena del Banco de Alimentos Rosario, la exitosa “ong” que tiene como objetivo combatir el hambre y la desnutrición en la ciudad.
Como es habitual en su acontecimiento anual, BAR comunica el traspaso de mando en sus memorables cenas. En esta oportunidad, Mariano Grassi le dio paso a Nadia Nazer, la joven que lidera junto a Luis, su padre, NZR Sociedad Anónima de Comunicación.
Creado en el 2011, BAR se convirtió en pocos años en una resonante organización social que alimenta a más de 35.000 almas, administrando millones de pesos con transparencia y notable eficiencia que desnuda, sin pretender, la mediocridad de una clase dirigente incapaz de cumplir con sus objetivos básicos.
De sorprendente carisma, la nueva presidente de BAR supo combinar en su primer discurso la sensibilidad natural de la mujer frente a la vulnerabilidad de un niño, con la firmeza y compromiso de una nueva líder social que despunta en la ciudad.
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La gestión de Nazer tiene por delante en los próximos dos años, muchas batallas que librar en el áspero terreno político: Promover impositivamente las donaciones logrando la aprobación de dos reformas impositivas claves para tal fin, limitar la responsabilidad del donante de buena fe y un viejo tema relegado: la doble fecha de vencimiento. La noticia de los objetivos estratégicos del BAR fueron transmitidos en primera persona a los legisladores nacionales Elisa Carrió y Luciano Laspina, que compartieron la cabecera junto a las autoridades de la entidad. Sin dudas, de conquistar estos logros legislativos, el BAR se convertirá en uno de los referentes sociales en Argentina.
En un discurso que tuvo como eje el reclamo de un mayor compromiso por parte de los empresarios y la sociedad civil, para logar multiplicar los kilos de comida direccionados a los marginados, Nazer se ocupó de agradecer el apoyo de las firmas comprometidas con la causa resaltando además las ausencias: “La Reina es el único supermercados de la ciudad que dona alimentos”, subrayó ante el murmullo de desaprobatorio que flotó en el auditorio del City Center. Fue sin dudas, el momento más duro del mensaje presidencial que anticipa la gestión de una mujer que dejará huellas.