La Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR) acaba de elegir como nuevo presidente al ingeniero agrónomo Guillermo Pozzi Jáuregui, con más de 30 años de trayectoria en mejoramiento de girasol y actualmente consultor independiente de importantes empresas semilleras. Pozzi es socio fundador de ASAGIR, ha integrado diversas comisiones, y es el primer presidente de la entidad que proviene del ámbito de la ciencia.
Para el flamante titular de la Asociación, es clave que el girasol logre la disponibilidad de tecnologías que tienen otros cultivos, como la soja y el maíz, para así alcanzar una mayor competitividad. “Ya eliminadas las retenciones, que es un paso importantísimo desde el punto de vista económico, debemos alcanzar una competitividad razonable frente a los cultivos alternativos. Si logramos eso, tendremos mayores posibilidades de crecimiento. Hay modernas técnicas de breeding que permitirían mejorar tanto la fisiología del cultivo como su comportamiento frente a las malezas”, afirmó.
El aporte de la ciencia a la competitividad del cultivo se suma al efectivo uso por parte de los productores de las tecnologías de manejo que hoy tiene disponible el girasol. “Este es un aspecto abordado por el denominado proyecto Brechas que lleva adelante ASAGIR desde hace varios años. Es un estudio que indaga la distancia entre los rendimientos logrados y los alcanzables a nivel de lote y está dirigido por Antonio Hall, una de las personas de más alto nivel científico de la Argentina”, acotó Pozzi, para destacar que difundir la información disponible sobre manejo de girasol también es clave para mejorar la performance del cultivo.
La discusión en torno a la transparencia de los precios del girasol es otro de los temas clave a la que Pozzi no le quita el cuerpo. “ASAGIR, como asociación que representa a toda la cadena, debe acercar a las partes para que estos temas se puedan discutir con el objetivo de arribar a consensos”. En este sentido, para el nuevo presidente de la entidad, es clave que cada vez más productores se sumen a ASAGIR y participen.
En opinión de Pozzi, el mercado internacional ofrece más posibilidades para el aceite de girasol argentino. “Ucrania es el primer exportador y Argentina el segundo, pero hay una brecha muy grande. Nosotros exportamos apenas el 7% del mercado internacional contra un 56% de Ucrania. Deberíamos llegar a abastecer el 15% o 20% del mercado”.
Al menos hasta el año pasado, Argentina consumía más de lo que exportaba. El desafío, según el titular de ASAGIR, es mejorar los saldos exportables y así generar un negocio estable. “Hay 7% de crecimiento vegetativo del consumo de aceite en el mundo. Hay lugar para crecer al ritmo del aumento de la población mundial”, apuntó.
No obstante, indicó que el principal comprador seguirá siendo Europa. “Además del europeo, también hay otros mercados de Medio Oriente, como Jordania, Líbano y Egipto. Pero la diferencia es que ellos eligen al aceite de girasol de acuerdo al precio y no por gusto como sí lo hacen los europeos”, sostuvo Pozzi para destacar que Argentina debe continuar trabajando en la eliminación de los residuos de fitosanitarios en girasol, principal barrera para la exportación a Europa. El tema viene siendo abordado desde hace tiempo por ASAGIR y SENASA, y tiende a concientizar a los productores en la implementación de Buenas Prácticas Agrícolas.
Al referirse a la última campaña, donde el área sembrada se incrementó un 40% luego de varios años de una tendencia decreciente, Pozzi expresó: “tocamos piso y rebotamos. Aunque los rindes fueron más bajos que los del año pasado por condiciones climáticas puntuales, eso no significa que el productor esté descontento. Debemos tener en cuenta que el sur bonaerense, que tiene más del 50% del área girasolera, sufrió una sequía desde septiembre hasta fines de enero”.
A futuro, Pozzi considera que la Cuenca del Salado es la de mayor potencial de crecimiento. “Allí apenas se siembran 100 mil hectáreas pero el girasol funciona bien y cuenta con la ventaja de que en esa zona otros cultivos alternativos, como la soja y maíz, son más limitados por cuestiones climáticas”.