En la actual coyuntura agroeconómica no hay dudas el efecto negativo que tiene para la actividad productiva contar con un dólar atrasado con respecto a la inflación en pesos. Y lo más relevante es que cada día que pasa con un dólar atrasado y la inflación que no cesa, los márgenes del negocio se van achicando cada vez más. Y podrá llegar el momento donde producir soja solo será rentable en campo propio y a menos de 200 km de los puertos. La corrección del precio de los bienes y servicios en pesos que siguen la pauta inflacionaria, con un dólar quieto o aumentando muy por debajo de los niveles de la inflación implica lisa y llanamente un aumento de los costos de producción por hectárea en “dólares”. Dicho de otra forma cada vez hay que vender más granos en dólares para pagar los mismos bienes y servicios en pesos. En estos momentos la relación dólar/inflación en pesos han licuado la devaluación y la eliminación de las retenciones efectuada por el gobierno en Diciembre del 2015. Los aumentos de costos que se están dando en la actividad agropecuaria, en cifras absolutas y relativas no tienen antecedentes en la historia mundial de cualquier país productor y exportador de commodities. Veamos un ejemplo, concreto y de la vida diaria de cualquier productor, entre el 2016 y el 2017 la tarifa CATAC que regula el costo de los fletes, tuvo un aumento del 17% en pesos, y por la variación del dólar versus la inflación en pesos, el aumento neto en dólares fue del 11%. Un flete de 40 u$s/ton para 400 km paso a costar ahora 44 u$s, y este mismo calculo rige para el aumento de los salarios y cargas sociales para personal afectado al agro, el aumento de los impuestos provinciales y nacionales. Todas las variables del negocio han tenido un aumento, menos el precio de la soja, que por el contario ha tenido una caída de 20 u$s/ton con respecto al precio que cotizaba en precosecha. En esta oportunidad el mercado no ha sido la salvación de este brutal desfasaje entre el dólar y la fortaleza del peso, en un escenario de tasas de inflación que hoy está muy lejos de bajar. En el último año el rinde de indiferencia en el cultivo de soja ha tenido un incremento de 500 kg/ha, se trata de un aumento del 18% mientras que el precio de la soja tuvo una caída de 20 u$s/ton equivalente al 8%. Estamos ante un Cocktail letal que ya está produciendo márgenes negativos en muchas zonas donde la soja no tiene rendimientos de platea o premium, y la distancia a los puertos supera los 500 km, e incluso en campo propio, ni que hablar aquellos que han tenido que pagar arrendamientos.
Les advierto a los productores, a aquellos que están pensando en pagar más alquiler por los campos que arriendan porque en su zona los rindes de soja fueron inesperadamente e inusualmente más altos que lo normal, que van a hacer si la soja en el 2018 llegara a cotizar a 200 u$s/ton.?? Yo le digo lo que les va a pasar, se van a fundir, y esto es válido también para aquellos productores con campo propio cuyos rindes no son los premium, o estan a mas de 250 km del puerto. Este precio factible de 200 u$s/ton , para la nueva cosecha 2018, no se descarta si consideramos que EEUU intentara sembrar 2,5 millones de hectáreas más que en la campaña anterior, pudiendo llegar a los 120 millones de toneladas, y Brasil podrá aspirar a superar los 115 millones de toneladas. Como concepto , solamente una catástrofe climática en EEUU (sequia durante la floración) puede ser uno de los pocos factores que podrían revertir una eventual tendencia bajista en el mercado si las dos supercosechas en EEUU y Brasil se confirman y llegan a concretarse en la realidad
Con este nivel de precios teóricos e hipotéticos, de 200 u$s/ton para la próxima cosecha, los rindes de indiferencia para producir soja en zona núcleo, a 150 km del puerto, y con rindes premium, llegaran a la friolera de 4,200 kg/ha, ergo un productor que le rinde 4,000 kg/ha va a perder plata. Y ni que hablar de los productores alejados de los puertos, es el caso de la zona centro-sur de Córdoba donde un productor de 3,000 kg/ha pierde plata pues el rinde de indiferencia llega a los 3,600 kg/ha.
Si la soja no sube de precio en el 2018 se está incubando una de las peores crisis del sector. Sin embargo, la buena noticia es que hoy la soja Mayo 2018 en el MATBA está cotizando a 244 u$s/ton, nos preguntamos si no es una buena oportunidad para cubrir al menos el 30% de la cosecha, aunque todavía no han cosechado la soja 2017 y menos todavía han sembrado la soja 2018. Dicho de otra forma , si el productor tiene que vender hoy la soja a 235 u$s/ton porque no vende la nueva cosecha a 247,5 u$s/ton (cierre MATBA Viernes 21 de Abril) Esta es la función del analista, ver lo que otros no ven, y anticiparse a los mercados. Ahora que muchos ustedes han reflexionado, les hago una última sugerencia y hasta podría considerase una advertencia: “no fijen el precio de los arrendamientos en base a la fotografía de hoy (que por otra parte no es muy buena que digamos), pues el final de la película puede ser otro bien distinto”. Sembrar soja 2018 y no cubrirse de una potencial baja del mercado, ya sea vendiendo forward o posición futura Mayo 2018 en el MATBA. equivale a estar tomando él te en la cubierta del Titanic. Finalmente la famosa frase: “el que avisa no traiciona” y la otra más popular “nadie se fundió por ganar poco”.
Autor: Pablo Adreani – Agripac