Era cuestión de tiempo pero, tal y como ha ocurrido ya en la Premier League con el patrocinio de Chevrolet en el Manchester United, la firma automovilística Audi, uno de los principales patrocinadores del FC Barcelona y del Real Madrid, en vísperas del Clásico que se celebrará en apenas una semana, ha exigido a los dirigentes de ambas entidades la escrupulosa observación de las cláusulas contenidas en los acuerdos de patrocinio suscrito y que obligan, entre otras cosas, a los cracks de ambos clubes, a utilizar en sus actos oficiales los vehículos que la firma entrega y pone a su disposición a comienzos de cada temporada.
Las condiciones del acuerdo alcanzado tanto con el club azulgrana como con la entidad blanca son muy claras al respecto: todos los jugadores de la primera plantilla deberán utilizar el vehículo de la compañía que patrocina al club y que se les proporciona al comienzo de cada temporada para acudir a los entrenamientos oficiales y a los partidos que se celebren en el Camp Nou.
Y aunque todo pareciera indicar que puede ser, de todas cuantas pueden existir en un contrato de patrocinio que implique a los jugadores, verdaderos protagonistas de este negocio, de las más fáciles de cumplir, es, sin embargo, una de las que más dolores de cabeza genera a la firma patrocinadora.
Así, no es complicado comprobar como las grandes estrellas de ambas entidades acuden a sus entrenamientos oficiales en vehículos propios y no en los acordados-entregados por la compañía a la primera plantilla de ambas entidades.
Ello ha supuesto que desde la compañía automovilística hayan dado un toque de atención a los clubes que patrocinan para el escrupuloso cumplimiento de cuantas cláusulas incluyen sus acuerdos de patrocinio, con especial incidencia en las que se refieren al uso y utilización de los vehículos oficiales entregados por la compañía a los jugadores de ambas entidades.
Como decimos, no es un problema exclusivo de Audi con el Real Madrid o el FC Barcelona. Hace tan sólo un par de años, Chevrolet, recién llegado al Manchester United, ya mantuvo una pugna similar con los dirigentes norteamericanos del club al no entender el motivo por el cual las grandes estrellas del equipo británico no utilizaban los coches que la marca ponía a su dispocisión (como en el caso de Audi, valorados en miles de euros) y utilizaban para asistir a entrenamientos y partidos oficiales en Old Trafford a bordo de vehículos particulares, en la mayoría de los casos, de marcas rivales a la compañía norteamericana.
