El viernes pasado al mediodía, en el cocktail que la Bolsa de Comercio organizó luego de la notable presentación del Ministro Guillermo Dietrich -con asistentes muy satisfechos, por cierto- algunos pronosticaban: “si cumplen 50 % de esto, será un gran gobierno”, hablando de diferentes obras, entre ellas la conectividad del Aeropuerto Islas Malvinas.
Dietrich había calificado como “de crisis” la situación de la terminal aeroportuaria unos minutos antes, no obstante el aumento de ingresos que le reportó el mayor tráfico en el 2016. Varios de los referentes empresariales presentes se preguntaban si no era la hora de buscar un CEO profesional, con credenciales y muy bien remunerado, que se hiciese cargo de las funciones ejecutivas del aeropuerto de Rosario. Y que conociera el negocio, tantos en su pata turística como de cargas. Una iniciativa que este medio publicaba un mes atrás y que ahora quedó ratificada en los pasillos de la BCR.
La función del triunvirato, del que participan representantes de la provincia, municipio y el empresariado, debería pasar a ser “ad honorem” remarcaba un destacado empresario, tal como ocurre en algunos aeropuertos de los Estados Unidos y Europa, considerando además la magra perfomance de este modelo.
Se sabe que el Gobernador Miguel Lifschitz, consciente del agotamiento del mismo, busca opciones. ¿Tendrá en cuenta éstas?