El ministerio de agroindustria desembarcó fuerte en Expoagro. El secretario de Valor Agregado, Néstor Roulet, sostuvo que “vinimos preparados para todo lo que es bioenergía, transformación de proteína vegetal en animal. La posibilidad de hacer biodiesel o bioetanol son políticas de Estado que tiene el gobierno y que dentro de poco serán una de las patas más importantes del agregado de valor que tendrá el país. De esta manera le decimos al productor que empiece a apostar porque ahora hay un gobierno que los acompaña”, reseñó.
Está claro que el campo comprendió con creces que el sustento del medio ambiente es imprescindible y no puede dilatarse en el tiempo. De hecho, son varias las señales que propone Expoagro en ese sentido, desde las charlas sobre potencialidad y alternativas de uso de biogás para el sector porcino, como también la propuesta de Finning Cat, distribuidora de Caterpillar, sobre cómo aprovechar los desechos para producir energía eléctrica, o la planta de Syngas, un gas sintético elaborado a partir de residuos de cultivos o chips de madera, que forma parte de otras opciones de energía derivada de la biomasa, como el bioetanol, biodiesel, biogás o la combustión directa, y que están englobados dentro del “Plan de Bioeconomía” del Ministerio de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires.
Una de las iniciativas que arribó a Expoagro de la mano del Ministerio de Agroindustria de la Nación es la de Porta Hermanos, ganadores de una medalla de oro por el premio Ternium a la Innovación Agroindustrial por su planta MiniDest: pequeñas destilerías modulares, automáticas y de operación remota diseñadas para ser instaladas en establecimientos agropecuarios para la producción de etanol de maíz y alimento animal. Están desarrolladas para maximizar el rendimiento, permiten industrializar el maíz en su lugar de cosecha obteniendo energía limpia y alimento animal de la más alta calidad nutricional.
“MiniDest es la evolución de años de especialización en procesos de destilación y fermentación aplicados al desarrollo de ingeniería y tecnología industrial propia. Esto dio origen a la primera planta de etanol a partir de maíz, una planta modelo que luego le dio a la empresa el respaldo para ofrecer la tecnología y construir plantas para terceros”, sostuvo José Porta, uno de los responsables de la firma.
Este desarrollo 100% cordobés, único en su tipo, tiene la misma eficiencia de transformación que una gran planta, y disminuye los costos logísticos y energéticos, y con un menor costo por litro. Por cada unidad de energía que se consume desde la siembra hasta la producción de etanol, se generan 2,6 unidades, promoviendo adicionalmente la rotación de cultivos.
Las plantas son recomendadas para productores agropecuarios de mediana y gran escala o productores asociados; requieren sólo 1.500 m2, con 15.000 toneladas de maíz producen 5 mil lts/año de etanol. Su instalación completa lleva menos de seis meses, demanda 70 mil horas hombre su construcción y el 90% de los equipamientos son de industria nacional. Las mini destilerías se operan de manera remota, a través de ControlDest, dando soporte profesional las 24 horas.