Por Laura Rodríguez Machado*
En los casi quince meses de Gobierno de Cambiemos implementamos diversas medidas que ayudaron a mejorar la calidad de los argentinos. Y si bien sabemos que todavía nos queda mucho por hacer, estamos convencidos de estar transitando el camino correcto.
En materia económica, decidimos terminar con el cepo cambiario, demostrando, al mismo tiempo, que se podía mantener el dólar a un precio estable. También resolvimos el tema de los holdouts logrando la tan ansiada salida del default en la que se encontraba nuestro país. Así obtuvimos nuevos créditos a una tasa de interés más baja, reduciendo la deuda externa en dólares. Además promovimos un sistema de blanqueo de capitales que alcanzó una cifra que superó largamente los 100 mil millones de dólares.
Respecto a uno de los grandes males que azotan los bolsillos de la gente, como es la tan temida inflación, pudimos empezar a controlarla de manera progresiva, decidiendo, entre otras cosas, reintegrarle a los argentinos que se encuentran en las situaciones más acuciantes una parte de lo que se retiene de IVA.
La apertura al diálogo fue otro de los enormes cambios que implementamos. En el Congreso de la Nación para sancionar las mejores leyes con el consenso de todos los espacios políticos. Entre las más de cien que aprobamos podemos destacar la Ley Pyme, la Ley de ART y Ley de represión de la criminalidad.
También promovimos el diálogo con los gobernadores de todas las provincias, sin distinción de banderas políticas y devolvimos coparticipación de fondos que pertenecían al interior federal. La recuperación de la actividad rural alcanzó una siembra de granos record para nuestro país. El campo volvió a ponerse de pie gracias a no haberlo castigado con retenciones.
Desde el día que iniciamos nuestra campaña, dejamos en claro que íbamos a trabajar para todos los argentinos y así lo estamos haciendo. Por eso, extendimos el alcance de la Asignación Universal por Hijo a un millón de chicos. Pusimos en marcha la reparación histórica para un millón de jubilados y comenzamos un plan de urbanización de villas en todo el país.
En el tema Seguridad, logramos reducir la criminalidad en varias ciudades azotadas sistemáticamente por este flagelo, como en el caso de Rosario. Al respecto se registró un progresivo aumento del encarcelamiento de jefes narcos y se incrementó en un 30% el decomiso de drogas. Mucho tuvo que ver con estos avances, el re equipamiento de las fuerzas de seguridad. Alcanzar la paz social en todo el país fue uno de nuestros objetivos cumplidos durante el primer año de gestión.
La Educación, es otro de los tópicos prioritarios de la gestión Cambiemos Por eso, con orgullo podemos decir que en el año 2016 también alcanzamos el récord de días de clases en todo el país. Al mismo tiempo, que iniciamos una reforma del sistema educativo para que nuestros niños y jóvenes alcancen un mayor enriquecimiento personal.
Con la Reforma Integral del Sistema Judicial pretendemos alcanzar el pleno funcionamiento en este tema, dejando de lado las malas prácticas a las que fuimos sometidos los argentinos. Esas que hicieron intocables a quienes detentaban el poder. Hoy, somos todos iguales ante la ley.
Promovimos y hemos alcanzado muchos cambios en estos meses, que nos permitieron insertar a la Argentina nuevamente en el mundo, pero como dije antes, sabemos que todavía falta. Lo que confunde creo, es que tenemos un gobierno que no solo escucha, sino que incorpora lo que otros aportan. Eso no cambia el rumbo, lo perfecciona. Corregir un desacierto significa enderezar el timón, no cambiar de rumbo. Durante muchos años, con tal de no admitir errores en pos de una “buena imagen política” no se hizo más que profundizarlos año tras año, haciendo de este país uno en el cual un tercio de la población vive en la pobreza, la actividad privada dejó de ser próspera y 8 millones de personas trabajaban para mantener a otros 20 millones en el Estado ocultando así un creciente desempleo y convirtiendo nuestro sistema económico en algo inviable.
Error es no escuchar lo que piense el otro. Error es creer que para gobernar hay que generar terror, como lo insinuaba Cristina que decía que debíamos temerle a Dios y un poco a ella. No hay que temerla a un gobierno, ni a un presidente. Los funcionarios somos sus empleados, estamos para hacer su vida mejor. El destino es el acertado y cada paso que estamos dando hacia él es el correcto. Queremos que nos acompañen, porque sin miedo a equivocarnos estamos convencidos que este es el rumbo hacia la prosperidad.
*Senadora Nacional por Córdoba, presidenta del bloque Frente Pro del Senado