El índice asociado al fenómeno del Pacífico Ecuatorial, que se ha mantenido por quinto mes consecutivo por debajo de -0,5, alienta previsiones de lluvias en niveles normales o por debajo, incluso. Pero Aiello alertó también que la recolección nacional puede verse afectada por la actual inestabilidad atmosférica. Por ello, no descarta la posibilidad de anomalías asociadas a pulsos calientes e importantes volúmenes de agua de lluvias en cortos períodos de tiempo.
Conversamos con del Dr. José Luis Aiello, en un momento fundamental para la definición del rinde de la oleaginosa en Argentina. Se trata de un momento muy sensible. Si las lluvias retornan en grandes volúmenes podría haber un serio deterioro y dar por el suelo las buenas expectativas de cosecha que hoy se esperan. Así mismo, también bajarían las productividades si se detienen los mecanismos de lluvias en este tramo de la soja. Hay regiones muy importantes que necesitan el auxilio de nuevas lluvias, para sostener sus rindes. El noroeste Argentino es la zona que más necesita del retorno de las tormentas. Aiello comentó que no observa un cambio favorable que revierta esta situación a corto plazo.
—José Luis, estábamos acostumbrados a lluvias semanales de grandes volúmenes, y durante la última quincena de febrero la distribución ha sido más despareja con notorios pulsos de calor. ¿Qué está determinado la dinámica de las lluvias en este momento? ¿Esto es lo que va a seguir por delante?
—Efectivamente, hay una actividad atmosférica que está produciendo ofertas de aguas en forma despareja como bien acotas, cuestión que medimos muy bien en toda la región GEA. Sucede que hay ingresos de flujo de humedad desde el noreste del país y también están activos los sistemas dinámicos. Hasta ahora, los mayores montos se dieron en el centro-este del país, con pulsos convectivos, pero, en general, no se han superado los máximos del mes de febrero. Hasta fin del corriente mes, los modelos señalan que tampoco se superarán las medias mensuales en muchas de las localidades de la región pampeana. Las importantes temperaturas en la superficie terrestre favorecen el ascenso de aire y por lo tanto los fenómenos de tormentas severas.
—Entonces, ¿vamos a seguir con este régimen de altas temperaturas?
—Así es, las temperaturas seguirán por encima de los valores normales y pueden darse en forma localizada los sistemas de cúmulos nimbus y descargas de lluvias. Podemos hablar de máximas en torno a los 33 grados centígrados. En los próximos días estará avanzando un sistema frontal de aire frío que cambiará las condiciones térmicas. De todas formas, la inestabilidad que producirá no provocará lluvias tan grandes como las que observamos hace unos 20 días.
—¿Cómo estás viendo la falta de agua en el NOA? ¿Se van a restablecer las lluvias en el corto plazo?
—No hay una gran probabilidad de que se produzca un cambio brusco en el NOA. Lamentablemente no parece que se genere un cambio como para revertir la situación a la que haces referencia.
—No puedo dejar de preguntarte por las condiciones climáticas que puedan afectar a la cosecha argentina. Entre lo que pasó en abril del año anterior y las lluvias de diciembre y enero, que subieron las napas casi al tope en la región pampeana, hay mucho temor por la posibilidad de excesos. ¿Cómo es la situación en este momento del Pacífico Ecuatorial? ¿Cómo puede influirnos en los próximos meses?
—En el Pacífico Ecuatorial Central, que es donde se parametrizan los índices que definen su estado, acabamos de ver por quinto mes consecutivo un INDICE ONI por debajo de -0,5. Técnicamente estamos en una fase NIÑA. Esto lo tomo como un factor favorable para no esperar grandes problemas en la recolección de la actual cosecha, o sea, las lluvias, por este fenómeno se ubicarían en lo normal o por debajo de las medias históricas.
—¿Ves alguna señal que pueda desatar un bloqueo húmedo cuando estemos en plena trilla?
—El punto crítico lo da la evolución de los sistemas atmosféricos que puedan sostener pulsos calientes y efectos de importantes volúmenes de lluvia en cortos períodos. Pero eso es una cuestión que al día de hoy no es pronosticable. De todas maneras, debido al estado actual de inestabilidad, no descartaría algún evento de este tipo. Fuente: GEA