Con más de 800.000 hectáreas destruidas, el voraz incendio que azota a gran parte del norte de la provincia de Río Negro, regiones de La Pampa y un sector de la provincia de Buenos Aires, promueve la preocupación de Confederaciones Rurales Argentinas por el presente y futuro de los productores agropecuarios afectados por el dramático siniestro.
Si bien las causas de los incendios en muchos casos parecen ser naturales (empujadas por una fuerte caída de rayos), una vez concluido el siniestro requerirá de la intervención y un gran esfuerzo económico de las autoridades políticas municipales, provinciales y nacionales para reinsertar las condiciones de producción a las zonas afectadas.
La recuperación de la cobertura vegetal, luego de un incendio de tal magnitud, lleva años. “Sabemos por experiencia que en el transcurrir de ese tiempo es el productor afectado quien permanece en la más absoluta soledad tratando de recuperarse anímica y materialmente”, dijo CRA en un comunicado.
“Requerimos a las autoridades que dispongan de los medios necesarios para apagar el fuego, como asimismo proveer el acompañamiento integral a quienes resultaron víctimas directas de este fenómeno. En este sentido instamos al Ministro de Ambiente y desarrollo sustentable de la Nación a procurar, en consecuencia, los recursos necesarios para tal fin”.
“Nuestra entidad, una vez superada la etapa ígnea, recorrerá las zonas para hacer pública las gravísimas consecuencias que en todos los casos tienen rostro humano y que son los productores que han vivido y trabajado en el lugar”, concluyó la entidad que preside Dardo Chiesa.